Pedro Umbarila es dueño de Luna, una perrita pinscher de ocho meses que dio un salto equivocado desde la cama de su dueño y quedó cojeando porque su pata derecha resultó lastimada.
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Umbarila se moviliza en silla de ruedas desde hace 16 años porque recibió un disparo en la espalda y es de estrato uno. Por esto, no cuenta con el millón 200 mil que le piden para la operación de Luna.
El dueño vive en el barrio Villa Gloria, de la localidad de Ciudad Bolívar, al suroccidente de Bogotá y allí no hay veterinarias. Por esto, tras el accidente tuvo que irse al sector de San Francisco.
“Le acomodaron el huesito. Después nos mandaron a otro sitio para que le tomaran la radiografía. En eso se nos fueron 300.000 pesos. Tiene la pata fracturada y, además, toca hacerle una cirugía que cuesta 1’200.000 pesos”, aseguró Umbarila a El Tiempo.
Umbarila se comunicó con la línea 123 para saber si el Distrito le podía ayudar con la atención médica requerida para Luna. Pero, nunca lo llamaron, luego de pedirle sus datos.
Sin embargo, según, el Instituto Distrital de Protección y Bienestar Animal, hasta el momento el programa de Urgencias Veterinarias solo atiende a animales que están abandonados en la calle. Pero desde el próximo año, esperan poder prestar servicios a las mascotas de las personas de escasos recursos.
Su directora, Claudia Rodríguez, aseguró que cuando se implemente el servicio de urgencias para las personas de escasos recursos con mascotas “los animales de estrato uno que se atiendan tendrán que cubrir unos requisitos para ser auxiliados, como que hayan sido valorados, esterilizados e identificados con el microchip. Pero, sobre todo, que se descarte que se trató un caso de maltrato”.
Lastimosamente, hasta que se implemente este servicio en el programa de Urgencias Veterinarias, personas como Pedro Umbarila, solo tienen la opción de buscar veterinarias menos costosas.
