Pareciera que ahora abundan las opciones cuando uno busca qué hacer en la capital vallecaucana: todos los días hay cine, conciertos, presentaciones de danza y una gran variedad de actividades con y sin costo. Sin embargo, las dudas aparecen cuando se mira la situación desde el lado contrario. ¿Están aprovechando los caleños toda esta oferta cultural?, ¿mantienen enterados de lo que hay para hacer en la ciudad?, ¿les resulta llamativa la programación?
La secretaria de Cultura, Luz Adriana Betancourt, asegura que la principal estrategia desde la administración municipal ha sido la descentralización de los espectáculos. En años anteriores se evidenciaba un desaprovechamiento porque todos se concentraban en los mismos espacios. Gracias a este plan se han podido llevar muestras culturales de alta calidad a las distintas comunas y aún están programadas 10 presentaciones de Incolballet y 20 de la Orquesta Filarmónica de Cali en los barrios de la ciudad.
Por otra parte, desde el Área de Fortalecimiento y Promoción Cultural se están creando distintas estrategias de comunicación para que más personas puedan enterarse de la oferta y sacar provecho de ella, pues todo lo que organiza la Secretaría de Cultura es sin costo.
Para el 2017, el presupuesto de la Secretaría de Cultura fue de 60.000 millones de pesos.
El lío de la gratuidad
Julián Pantoja, músico integrante de la agrupación caleña Kolectivo K, asegura que el hecho de tener tantos eventos gratuitos hace que el público no se interese en pagar cuando los artistas realizan espectáculos con algún costo. “El año pasado, por ejemplo, con el Festival de Teatro de Cali fue impresionante la asistencia masiva, pero el resto del año muchas salas están vacías y los teatreros mantienen angustiados por la falta de público”, dice.
A esta opinión se le suma Roy Chávez, fundador de la productora de eventos ‘Ahora les presentamos’, quien asegura que los caleños se han acostumbrado a eventos culturales gratuitos y de mediana calidad y esto hace que no respondan como es deseado cuando se traen otro tipo de propuestas.
“La gente prefiere el humor porque la ayuda a olvidarse de los problemas. Sin embargo, los buenos espectáculos son costosos y si no hay público dispuesto a pagar por ellos, no se pueden traer a la ciudad. Hay que ir formando públicos y esto se logra trayendo buenas propuestas con artistas reconocidos, que a su vez vayan involucrando a los nuevos talentos”, asegura el empresario.
Ante la discusión que se genera en torno a este tema y que afecta directamente a los artistas, en la Secretaría de Cultura se han abierto mesas de diáologo y se ha llegado a la conclusión de que no todos los espectáculos deben ser gratuitos y algunos deben tener la posibilidad de vender boletería para el público que desee asegurar su cupo. Este año, por ejemplo, en el Festival de Teatro se venderá un abono para ver seis obras por un valor total de $30.000; por su parte, durante el Festival de Cine algunas proyecciones tendrán un costo de ingreso de $3000.
Chávez también encuentra falencias en las posibilidades y estrategias de difusión, pues los elevados costos de publicidad hacen que muchos eventos no puedan llegar a oídos de todos los posibles interesados.
Este mismo problema lo ha tenido la Secretaría de Cultura ya que en el presupuesto anual con el que cuenta para todos los eventos no se incluyen costos de publicidad. Por eso es que aunque la oferta cultural es bastante amplia, aún se escuchan esporádicamente voces que repiten en coro que no hay nada para hacer.
Teatro, una buena opción
En Santiago de Cali existen 15 salas concertadas en las que hay programación durante todo el año. Ingrid Osorio, actriz del Teatro del Presagio, es consciente de que en los últimos meses se ha incrementado el público que asiste a las obras que ahí se promocionan. “Cali ha evolucionado en cuanto a la actividad cultural y los caleños han ampliado sus opciones, ya no se quedan solo con el cine sino que se interesan por la oferta escénica de la ciudad. El apoyo de la Secretaría de Cultura ha sido muy bueno y no nos sentimos solos, cada vez más se está consolidando un gremio con todas las salas de teatro”, dice la artista.
Con relación al cine, este ahora se puede disfrutar no solamente en las salas comerciales sino en otros espacios como la cinemateca del Museo La Tertulia, la Plazoleta Jairo Varela con su sala Andrés Caicedo, el Centro Cultural de Cali y la Biblioteca Departamental, donde hay proyecciones gratuitas a diario.
Renso Delgado, caleño amante de la cultura y la gastronomía, reconoce que la ciudad sí ha ampliado su oferta cultural y que tiene planes para todos los gustos y bolsillos. Lastimosamente, dice, no es del todo aprovechada. “No es por desconocimiento. Los medios masivos y alternativos le han abierto un espacio a la escena cultural y en ellos se encuentran espacios para la difusión, entonces hoy en día la gente ya no desconoce como sí pasaba hace unos años. Sin embargo, no aprovechan todos los espacios”, añade.
La agenda cultural en el bolsillo
Como parte de la estrategia de difusión, la Secretaría de Cultura desarrolló una aplicación móvil que permite conocer qué eventos habrá cada día en la ciudad. Se llama Agenda Cultural Cali y está disponible para iOS y Android con el fin de que la gente pueda enterarse de la programación diaria con unos cuantos toques a la pantalla.
Tan solo para este fin de semana hay unos 15 eventos entre teatro, conciertos en el Bulevar de la Avenida Colombia, shows de salsa y exposiciones fotográficas para que los caleños disfruten planes alternativos. ¿Ya se programó?