Una placa de cemento que hacía parte del segundo piso de una residencia en obra negra, en la zona arrasada por la avalancha, fue el lugar de salvación para alrededor de ochenta personas, vecinos del lugar, quienes hallaron en este espacio el lugar de su salvación.
“Esto cimbraba, como si hubiera pasado un terremoto, sacudía paredes. Lo que hacíamos era aclamar a Dios”, recordó una de las personas refugiadas allí a Caracol Noticias.
«Quedamos sin nada, pero quedamos con vida», dijo Daysi Lorena Zambrano, quien en medio de lágrimas recordó que un primo de ella no pudo salvarse.
La casa fue levantada por Jaime Ruiz, un maestro de la construcción y en la actualidad es una de las pocas construcciones que quedó en pie en el barrio. «Quedó gente colgando de la pared y también había muchos niños», contó Luis Arbey Ruiz.
Hoy los sobrevivientes del barrio recuerdan la historia de esta terraza que se convirtió en su tabla de salvación en medio de la tragedia.
