Entre los retos de Óscar Naranjo como vicepresidente están la lucha antinarcóticos y la seguridad ciudadana, además de ayudar en la implementación del acuerdo de paz y garantizar la seguridad de los líderes sociales y guerrilleros reinsertados.
“No son tareas sencillas, General, pero sabemos que contamos con la persona correcta, en el momento correcto, para la misión correcta”, dijo Santos en la posesión.
A diferencia del saliente vicepresidente Germán Vargas Lleras, quien estaba al frente de los programas de vivienda gratuita del Gobierno y construcción de vías 4G, Santos le encargó a Naranjo apoyo en el posconflicto.
Sobre la implementación del Acuerdo de Paz, el máximo mandatario precisó que esta misión contempla tareas físicas orientadas a la reincorporación de los excombatientes a la sociedad, la puesta en marcha de los proyectos de desarrollo rural integral, el desminado del territorio y la debida operación del Sistema Integral de Justicia, Verdad, Reparación y No Repetición.
Según Santos, será un trabajo espiritual “para sembrar una cultura de convivencia que reemplace la cultura del odio y la retaliación”.
Durante su posesión, Naranjo aseguró que como vicepresidente retomará el juramento de ingreso a la Policía de respetar y hacer respetar la Constitución.
«Me comprometo a defender integridad de la Nación y a proteger en su vida y honra a quienes residen en ella. Transmito al país que trabajaré en la implementación del acuerdo de paz y en el desafío de seguridad ciudadana”, manifestó.