¿Sí hay precandidatura?
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Desde el año pasado, cuando estábamos en campaña por el ‘no’ en el plebiscito, manifesté mi aspiración a la nominación para ser el candidato del Centro Democrático. Con mi equipo empezamos a hacer unos recorridos por todo el país para hacer una serie de propuestas y actividades que llamamos ‘Construyendo país’, para mostrar cuál es nuestra visión de Colombia.
¿Cómo va el tema dentro del Centro Democrático?
Hay de todo. Mucha gente se ha unido al proceso. Hay gente que cree en nuestra propuesta y gente que se está vinculando al proceso desde las regiones: jóvenes, empresarios, académicos. Por otro lado, es natural que en todos los procesos de competencia hay diversas posturas, diversos matices. Hay ciertos sectores que no se sienten muy cómodos con algunas de mis posturas, pero no soy un hombre de peleas personales. Estoy cómodo con mis posturas y con mi partido.
¿Cuál es el método por el que debe ser escogido el candidato?
Soy fiel amigo de la democracia. El método debe ser el de la consulta interna en la que converja la mayor cantidad de personas involucradas. No hay nada más puro que la decisión ciudadana, no hay nada más puro que el voto del ciudadano. Eso me parece que permite una campaña alegre, de propuestas, de la que salga un candidato que apoyemos todos.
En esa medida ¿qué piensa de quienes dicen que el candidato será Ordóñez?
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Creo que el doctor Ordóñez tiene una forma de hacer política, tiene unos valores, pero me parece que tiene que empezar a hacer unas definiciones también. Si quiere cabalgar en el lomo del uribismo, tiene que matricularse en él. Que haga una contienda abierta, democrática y participativa.
Si Alejandro Ordóñez resultara elegido como candidato de la colectividad, ¿lo apoyaría?
Si el doctor Ordóñez se inscribe en el partido, hace una campaña transparente, participativa y gana, es nuestra obligación, como Centro Democrático, apoyarlo y prestarle todos los instrumentos para que llegue a la Casa de Nariño en 2018.
Y si el exprocurador es elegido a dedo y como decisión partidaria…
No. Nunca he apoyado la dedocracia. Que el que quiera ser candidato dé la pelea de manera transparente, que haya pluralidad para que se presenten personas como Alfredo Ramos, como María del Rosario Guerra o como Carlos Holmes Trujillo.
¿Ha pensado en una fórmula vicepresidencial?
No. Aún no tengo a nadie pensado, pero sobre lo que sí he meditado es la importancia de que el país tenga a la primera vicepresidenta.
¿Piensa en alianzas interpartidistas?
Creo que antes de hablar de alianzas entre partidos, tenemos que hablar de alianzas por Colombia en las que existan unos criterios ideológicos que nos unan. No creo en los matrimonios por conveniencia, creo en las uniones que surgen a partir de compartir una misma visión de vida.
¿No se le ocurre una alianza con Germán Vargas Lleras?
Germán es indiscutiblemente un hombre laborioso, pero creo que es el claro símbolo del continuismo del Gobierno de Juan Manuel Santos y es lo primero que no debemos permitir.
En caso de que llegue a la Presidencia, ¿qué va a pasar con los acuerdos de paz?
Yo creo que todo aquello que sea humanitario, para garantizar la desmovilización, el desarme y la reinserción de la base guerrillera debe permitirse. Entre otras cosas, porque hay una política de Estado en favor de la desmovilización y la reinserción de los actores armados a la sociedad. En tiempos presidenciales de Álvaro Uribe cerca de 18.000 guerrilleros y más de 30.000 miembros de las Auc se desmovilizaron. Lo que sí creo es que hay que examinar siempre las cosas que han sido nefastas para el país.
¿Qué cosas nefastas?
Creo firmemente que el narcotráfico no puede ser un delito amnistiable. Creo que la erradicación y sustitución de los cultivos ilícitos no puede ser voluntaria, debe ser obligatoria. Arsenales ocultos y dineros no entregados para la reparación de las víctimas tienen que ser motivo para que altos mandos pierdan los beneficios. Creo que la Justicia Especial para la Paz tiene muchísimos elementos para favorecer la impunidad, por eso debería llamarse la Justicia Especial para las Farc.
¿Cuál será su bandera para ganar las elecciones?
El esquema de nuestra propuesta lo pensé como un árbol en el que las semillas son la libertad y el orden; las raíces serían seguridad y defensa, Estado austero en la lucha contra la corrupción, instituciones independientes, educación para el crecimiento humano y no para las pruebas Pisa; salud eficaz y preventiva, la familia como núcleo y, por último, la cultura.
El tronco del árbol será una economía dinámica y competitiva, con sentido social. Las ramas: innovación social, campo con progreso, deporte y economía naranja (negocios derivados del turismo, actividades culturales, creatividad, etcétera), así como infraestructura y ciudades con calidad de vida. El follaje sería: sostenibilidad ambiental, y los frutos: empleo digno y formal; mejores ingresos para la familia y para la Nación, y como tercer fruto, la felicidad.
Muchos dicen que el uribismo sería un lastre para su campaña, ¿usted qué cree?
Soy un hombre muy orgulloso de mi ideología. Admiro al presidente Uribe como hombre. También hago una propuesta de ‘Uribismo 2.0’.
¿Qué opina de los que dicen que es un infiltrado de la izquierda?
Ni de la izquierda, ni de la derecha. Se puede decir que soy de extremo centro.
¿Qué opina de una posible alianza entre Claudia López, Jorge Enrique Robledo y Sergio Fajardo?
Con los tres tengo una gran relación, pero en definitiva esta sería la hoguera de las vanidades.
¿Cómo va a financiar su campaña?
Si. Lo he pensado mucho y por ejemplo hay decisiones que yo he tomado, cuando podamos tener una estructura administrativa.
1. No recibir recursos de dueños o accionistas de empresas qué sean contratistas del Estado.
2. Poner techo a las contribuciones individuales, para que no haya montos que se interpreten como un regalo mayor y por ende se sienta que haya algún tipo de compromiso.
3. Una declaración juramentada de todos los aportantes donde quede que quien contribuye a la campaña lo hace porque cree en el programa de gobierno que estamos presentando y no porque se sienta legitimidad para pedir favores a la administración
4. Me parece que darle la mayor transparencia en tiempo real a los recursos que ingresaron a la campaña.
¿Cómo sería un gabinete del Gobierno de Iván Duque?
Uno que dure cuatro años, para no tener un paseo de ministros como en el Gobierno Santos; uno que represente la diversidad de Colombia, que tenga solvencia técnica y teórica sobre lo que comandaría. Uno que por medio de su gestión demuestre resultados, pero por sobre todo, un gabinete que tenga capacidad de diálogo con los ciudadanos del país.