EL 22 de febrero se reveló un descubrimiento que promete cambiar la astronomía para las próximas décadas: la NASA presentó un nuevo sistema solar, que consta de una pequeña estrella situada a 40 años luz del Sol con siete planetas rocosos como la Tierra que podrían contener agua líquida en su superficie.
Gracias a este descubrimiento los científicos están dando un paso más para intentar probar que quizás la Tierra no sea el único planeta de todo el universo que tenga vida.
Sin embargo, todas estas ideas eran abstractas o difíciles de imaginar, hasta ahora, que las podemos ver
This is a target pixel image of #TRAPPIST1. Its starlight and story traveled 40 yrs to reach the Kepler spacecraft.https://t.co/UJsLZ7sQgO pic.twitter.com/2Pg1DvuLTv
— NASA Kepler and K2 (@NASAKepler) 11 de marzo de 2017
Primera imagen animada
Tal como destacó Michaël Gillon, astrofísico de la Universidad de Lieja (Bélgica) y primer autor del trabajo, según las combinaciones de gases que se detecten, “nos indicaría con una confianza de hasta el 98%” que allí hay actividad biológica.
El principal problema, sin embargo, que la calidad de las imágenes es mala, por decir poco. La estrella de este sistema solar sería algo más grande que Júpiter y todo el se encuentra a 40 años luz de nosotros.
Hasta el momento, las imágenes eran recreaciones virtuales y diseños recreados de cómo debían ser estos planetas, pero la realidad es mucho más incomprensible.
No obstante, si bien los científicos no han podido observar directamente los planetas, se ha podido deducir la existencia, tamaño y masa de estos por cómo se reduce el brillo de la estrella cada vez que uno de los astros se interpone entre ella y la Tierra.