Por más de 10 minutos se puede escuchar la conversación que tuvo la operadora de la torre de control del aeropuerto José María Córdova de Rionegro con los pilotos de diferentes aviones que sobrevolaban la zona, entre esos el de LaMia que transportaba al equipo de fútbol Chapecoense.
En la grabación se puede evidenciar que la mujer intenta darle pista al avión cuando el piloto le anuncia que tiene una emergencia por un problema de combustible.
Las últimas palabras
La conversación empieza cuando la aeronave estaba cerca de la pista, a un poco más de 17 kilómetros de distancia de la cabecera del aeropuerto.
Después de darle prioridad a un avión de VivaColombia por presencia de humo en la cabina, el piloto del avión Avro RJ85, de la compañía boliviana Lamia, capitán Miguel Alejandro Quiroga, le manifestó a la operadora falta de combustible y, minutos después, falla eléctrica total.
«Solicitamos prioridad señorita, se nos ha presentado un problema de combustible», dice a la torre de control el piloto de Lamia.
En los inquietantes minutos que continúan, la operadora intenta abrirle paso al avión para un aterrizaje de emergencia y le pide que se eleve un poco más porque en ese punto volaba muy bajo.
El piloto de Lamia insiste: «Señorita, Lamia 933 está en falla total, falla eléctrica total, sin combustible», se escucha en la grabación, ante lo cual la controladora responde: «Pista libre y esperando lluvia sobre la superficie. Lamia 933, bomberos alertados».
Entonces el piloto pide «vectores a la pista», es decir orientaciones para aproximarse al aeropuerto, pero en ese momento la torre le dice que lo perdió en el radar y que informe su rumbo.
El capitán indica su posición por radio, a 9.000 pies de altura, recibe una nueva instrucción de la torre y ahí se pierde el contacto.
«Vectores, vectores», es lo último que se escucha decir al piloto.
Poco después el aparato, procedente de Santa Cruz de la Sierra con 77 personas a bordo, se estrelló en Cerro Gordo, en jurisdicción de La Unión.
En la identificación de los 71 ocupantes fallecidos trabajan las autoridades colombianas con el apoyo de las brasileñas, ya que la mayoría de las víctimas era de esa nacionalidad.
«Solicitamos prioridad señorita, se nos ha presentado un problema de combustible», piloto Miguel Alejandro Quiroga.