El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, y el máximo líder de las Farc, Rodrigo Londoño, alias «Timochenko», suscribieron en el Teatro Colón de Bogotá un nuevo acuerdo que intenta poner fin a un conflicto bélico que se prolongó por más de medio siglo.
Este acuerdo complementa el original, firmado el pasado 26 de septiembre en Cartagena de Indias, que fue rechazado en las urnas por los colombianos en el plebiscito del 2 de octubre.
Se espera que la semana próxima sea convocado el Congreso colombiano para refrendar el texto, lo que dará pie a la desmovilización posterior de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc).
Ban, en una declaración distribuida por medio de su portavoz, felicitó a las partes «por su determinación de poner fin a este largo conflicto, y a todos aquellos que han participado de manera constructiva en el diálogo que ha llevado al nuevo acuerdo».
El secretario general de la ONU, agrega el texto, «considera que ahora es fundamental comenzar con la implementación».
«Los incidentes violentos ocurridos recientemente en áreas afectadas por el conflicto ponen de manifiesto la importancia de varios de los compromisos incluidos en el acuerdo y la urgencia de ponerlos en efecto», añade el titular de la ONU.
Asimimo, Ban «espera que los colombianos se unan en este momento para hacer avanzar juntos el proceso de paz», y reitera el compromiso de la ONU para «proporcionar todo el apoyo necesario» en la implementación del acuerdo.