“Los trapitos sucios se lavan en casa” no es una frase con la que se identifiquen y muchos menos apliquen los taxistas en Bogotá, pues es evidente la división que hay dentro del gremio.
Tal vez es un secreto a voces, pero volvió a quedar en evidencia este mes tras las protestas que realizaron en Bogotá y otras ciudades del país en contra de Uber, la ‘piedra en el zapato’ para los ‘amarillos’. Quien lideró esta movilización, denominada ‘M-14’, fue Freddy Contreras, la cabeza visible de uno de los ocho gremios que hay en la ciudad, y quien tan solo reunió un poco más de 400 taxistas el día del paro porque los demás no decidieron participar.
Hay que recordar que en Bogotá hay aproximadamente 52.000 taxis, divididos en los ochos gremios con líderes como el mismo Freddy Contreras, Hugo Ospina, de la Mesa Nacional de Propietarios; y el tan nombrado y poderoso, Uldarico Peña.
Sin embargo, sin una propuesta concreta para mejorar el servicio que tanto demandan los usuarios, uno de los temas que los divide es la capacitación de los taxistas. Para Hugo Ospina, vocero de una de las partes, Freddy Contreras desconoce la capacitación que han realizado algunos conductores ‘amarillos’ en el Sena para mejorar el que es su talón de Aquiles: la desconfianza y mala imagen que tienen los bogotanos de los taxis.
“Nosotros tuvimos una reunión días antes del paro con el comandante de la Policía de Tránsito y con el Secretario de Movilidad en dónde nos preguntaron por qué ese grupo iba a protestar. Algunos taxistas como el señor Freddy Contreras, quien convocó el paro, comentó que el Decreto 2297 y el 600 perjudica a los taxistas, pero él no sabe qué dicen, entonces es cuestión de ignorancia”, comentó Ospina.
Aunque otra historia es la que tiene el mismo Contreras, quien también le afirmó a este medio que ellos no están en contra de las capacitaciones, sino de Uber, “no es como dice Hugo Ospina que nosotros estamos en contra de la capacitación. Siempre se ha dicho que la seguridad y la capacitación son importantes”, comentó el vocero.
Asimismo, Contreras señaló que les interesa tanto la educación y seguridad del usuario que están desarrollando una plataforma tecnológica para calificarse. Sin embargo, la pelea ‘dantesca’ sigue porque mientras los bogotanos dan por hecho que son todos los taxistas los que salen a protestar, la realidad es otra, “créame cuando le digo que el 95% de los taxistas fueron a trabajar y no convocaron nada. Cuando le preguntaron al señor Contreras que por qué protestaba por esos decretos, él dijo que le habían dicho que los perjudicaba”.
Hay que entender que el Decreto 600 establece«…medidas para mejorar la calidad, seguridad, vigilancia y control en la prestación del servicio del transporte público individual, establecer el uso de tecnologías limpias y se dictan otras disposiciones». Por su parte, el Decreto 2297, “establece las condiciones para la operación del servicio de transporte público individual de pasajeros, en los niveles básico y de lujo”.
Otro tema que genera esa división es la evidente violencia que se reflejó el 14 de marzo, cuando algunos supuestos taxistas lanzaban piedras y pinchaban las llantas de los vehículos amarillos. A esto Freddy Contreras respondió que la fuerza pública estaba detrás; pero la pregunta que surge es por qué los bogotanos vivieron otra situación y fueron bajados de los taxis por los que identificaron como otros taxistas. Los demás gremios rechazaron los hechos.
Pues bien, mientras el conflicto en su interior crece, en realidad como lo comprobó Publimetro, no todos los taxistas están de acuerdo con las protestas y mucho menos el uso de violencia; algunos nos aseguraron que ni siquiera sacaron el carro y los que lo hicieron no estuvieron en la protesta porque debían llevar el producido del día.
El lio con la plataformas tecnológicas tampoco es muy claro porque algunos taxistas han migrado para trabajar con estas aplicaciones o viceversa. Además, tampoco hay cifras concretas que demuestren que el trabajo de los taxistas se ha visto afectado a gran escala y la unión para protestar en contra no es muy sólida.
Por supuesto, hay un tema de fondo y es el económico. Según un articulo del diario El Tiempo, publicado el 20 de marzo, el negocio de los taxis mueve, tan solo en Bogotá, 8.200 millones de pesos al día y algunos empresarios estarían detrás recibiendo a diario 120.000 mil pesos por el trabajo del vehículo.
Lo cierto es que por ahora se espera la decisión que tome el Gobierno frente al tema de Uber, que es por lo pronto, así tengan conflictos por capacitaciones, decretos y demás, en lo único que están de acuerdo.
PUB/PL