La jornada de paro que adelantaron los taxistas en Bogotá el lunes 14 de marzo, tuvo como respuesta el rechazo de muchos ciudadanos y se evidenció la falta de autoridad en la ciudad.
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De hecho, varios usuarios fueron bajados de los taxis que decidieron salir a trabajar tal como le ocurrió a Sua Castro, quien con 7 meses de embarazo, vio que su vida corría peligro cuando los protestantes la bajaron del automóvil, pincharon sus llantas y con cuchillo en mano le gritaban.
Según informó el diario El Tiempo, Sua se dirigía a una ecografía prenatal con su esposo y su pequeña hija de dos años cuando el hecho ocurrió. En ese momento no sabían que había una manifestación de un sector del gremio, hasta que se dio cuenta de lo que ocurría y tuvo que tomar otro medio de transporte para no llegar tarde a su cita.
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Sua también recordó con lo ocurrido el paro que realizaban los taxistas años atrás, cuando la ciudad colapsaba porque nadie podía ir a trabajar o estudiar. Aunque la situación no pasó a mayores, ella ya no confía en los taxistas.
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