A pesar del frío, la lluvia y las largas filas que tuvieron que soportar los seguidores, la emoción, las lágrimas y los gritos que no salieron de la garganta, sino del alma, se convirtieron en la mejor bienvenida para Mick Jagger, Keith Richards, Charlie Watts y Ron Wood, quienes caracterizados por su puntualidad, salieron al escenario a las 8:30 p.m., tal y como se le había prometido al público.
El piso de El Campín comenzó a temblar con Jumpin’ Jack Flash, clásico que comenzó a calentar los ánimos de los congelados fanáticos.
Con un hermoso coro soul y cargados de corrientes como el blues y el jazz cantaron Tumbling Dice, primer sencillo del disco Exile On Main St. de 1972
Vestidos de colores fuertes como el amarillo, el dorado y el morado, Mick y su combo le preguntaron a Colombia si estaban listos y si querían más. Con It’s Only Rock n’ Roll, demostraron que les había gustado la respuesta de los colombianos.
Mick estuvo cambiando de vestuario cada cierto tiempo y el escenario, colorido, al igual que sus trajes, fueron una muestra de cómo nos ven los Rolling a los latinoamericanos: cálidos y alegres.
«¿Cómo pueden moverse con tanta energía?» Es la pregunta que muchos se hicieron, mientras sus miradas se mantenían estupefactas al pasar de cada canción, sin sentir por un instante el agotamiento de estos hombres.
Dead Flowers fue la canción elegida por los colombianos para que el cuarteto tocara en esa noche lluviosa. Una tonada country que por un momento bajó las mil revoluciones por minuto.
La sorpresa de la noche fue el cantante Juanes, quien cantó junto a ellos Beast Of Burden. Una imagen inolvidable: Ron, Keith y Juanes unidos por la pasión de la guitarra.
Sin duda una de las más coreadas y saltadas fue Paint It Black, la de la series, las bandas sonoras, la de la Guerra de Vietman.
You Got The Silver fue una de las canciones que dejó descansar por un momento las cuerdas vocales de Mick, y mostrarle a los colombianos que Keith Richards no sólo es un prodigio en la guitarra.
En medio Midnight Rambler hubo un momento para mover la cabeza, y es que el solo de guitarra de Wood fue para enloquecer.
«A mí eso de hacer fila y de estar de pie dos o tres horas no es lo mío, pero es que son los Rolling. Había que verlos a las buenas o a las malas», comentó con una sonrisa de oreja a oreja Miguel Pérez, un paisa que se pegó el viaje hasta Bogotá con su hijo para ver a quienes considera sus ídolos.
Uno de los momentos cumbres de la noche fue cuando Mick cantó la frase: «I’ve been holding out so long, I’ve been sleeping all alone», dándole la bienvenida al inolvidable clásico de los años 70, Miss You. ¿Cómo no cantarla si su sonido es tan provocante? Fue el pensamiento que pasó por muchas mentes.
¿Y en cuánto a bromas? Bueno, estos caballeros saben hacer reír al público. «Ayudamos a la economía colombiana, bebemos 8 tazas de café al día» y «comimos obleas con aguardiente y terminamos con guayabo», fueron algunos comentarios con los que terminaron de enamorar a los asistentes.
Aunque de acuerdo a otros conciertos Start Me Up fue la primera en la lista de los artistas, parece que para Colombia quisieron guardar lo mejor para el final. Luego, haciendo una alusión al mundo de lo diabólico el escenario y Jagger se transformaron para darle paso a Sympathy For The Devil.
Luego de un breve receso los Rolling regresaron para darle a Colombia un cierre triunfal con You Can’t Always Get What You y (I can’t get no) Satisfaction, sin duda, las más ovacionada de esta presentación. Dos horas que ahora hacen parte del recuerdo de los asistentes y del legado musical en Colombia.