Con torsos desnudos y lemas pintados en el pecho, un grupo de activista de Femen en Francia protestaron cavando un hoyo a fuera de la prisión de Saran, cerca de Orleans, exigiendo la liberación de Jacqueline Sauvage, de 66 años, quien fue condenada a diez años de prisión por matar a su marido, después haber vivido décadas de abusos contra ella y sus hijos.