Están trasladando a unos cerditos cuando de pronto uno de los trabajadores salta encima. No contento con su primera hazaña, vuelve a repetirla. Así hasta tres veces, como si estuviera en una piscina. Lo que para ellos es una diversión como demuestran sus risas, termina con 72 crías fallecidas, todos a causa de los golpes que recibieron con sus saltos. Su jefe denunció los hechos cuando recibió el vídeo en su móvil. La Guardia Civil investiga ahora a los presuntos autores por un delito de maltrato animal y otro de daños. Son dos trabajadores de 19 y 22 años, a los que el vídeo de su hazaña puede salirles muy caros. Video: Reuters.