“A las mujeres en el mundo les gusta verse cachondas”, dice Anna Fusoni, la gran experta de la moda masiva a nivel latinoamericano. Y eso lo acaba de entender la legendaria marca de jeans Levi´s, que lanzó a comienzos de mes, para venta on-line, su línea Revel, donde usa la tecnología liquid strech para dar forma, volumen y firmeza a esta polémica parte del cuerpo. Sí, el jean levanta cola, o el ‘sinbol’. A las mujeres del mundo les encanta, pero en Colombia, esta prenda pareciera ser una paria.
¿Por qué? Tal vez por recordar el símbolo de la tan cuestionada ‘narco- estética’, relacionada con una imagen de mujer que obedece a criterios de personas que sin un ápice de educación, pero con mucha de ostentación, impusieron un modelo de belleza que es casi que un requisito en ciudades pequeñas e intermedias del país. Pero eso parece verse de otro modo en el resto de Latinoamérica y Europa, donde, según cifras del DANE, las exportaciones de jean nacional el año pasado alcanzaron 10, 9 millones de dólares, equivalente al 7,1 de jeans que se exportan en el mundo.
Mujeres de Países Bajos, España, Italia, y Reino Unido, entre otros, los consumen. Y en las ferias de moda masiva latinoamericana causan estragos: “Un solo cliente llega a pedir de 20 a 30 mil lotes. Si en Ciudad de México hay aproximadamente 20.4 millones de habitantes (sin contar los consumidores de otros estados), imagínese lo que se puede facturar si se habla de miles de prendas”, dice Gabriel Alvarado Mosquera, experto en moda masiva.
¿Por qué lo aman?
“Nosotros tenemos un fit especial, y tenemos buen diseño para los jeans, eso no lo tienen las marcas globales y es nuestro valor agregado ante lo que va a llegar al país. El hecho de que en el centro comercial Antares, el más importante de México, en el local de Studio F existan adhesivos en los jeans que dicen ‘levantacola’, muestra el posicionamiento y la comunicación de la prenda, que ya conquista el mercado internacional”, dice Gabriel Alvarado Mosquera, el asesor de marcas de moda masiva más importante de Colombia.
Y en eso lo respalda Anna Fusoni, que explica la razón de una manera más cercana en su blog ‘Tela de donde cortar’ : “Los caminos de la moda son tan variados como los gustos de los consumidores que casi nunca van conforme a los dictámenes estéticos de las enemiles pasarelas que se llevan a cabo anualmente, que además le importan poco a la consumidora del montón. Los que las mujeres quieren es verse atractivas y las curvas son parte de la ecuación”
Por otro lado, en Colombia, y muy a pesar de las críticas, la prenda es la reina de la moda masiva, que comprende el 83% del mercado nacional. Hablando de solo venta de catálogo, imagine por solo una marca 4000 catálogos con 30 referencias de jean cada una. Los jeans se venden, a su vez, a 40 mil pesos. La cifra total, (48’0.000.000 millones de pesos aproximadamente) es una pequeña parte de lo que podría vender esa marca y las 503 más especializadas en jean femenino. Sin contar el resto del stock.
¿Por qué lo odian?
Es inevitable referirse a la ‘muñeca de la mafia’ al oir a los detractores del jean levantacola, y a ciertas marcas nacionales que evolucionaron y que hoy son reconocidas, y que comenzaron a vender jeans para mostrar los atributos de sus clientas.
Todo hace parte del amor por la piel, muy ligado a esta cultura, y a imaginarios que también se venden en el exterior “Cuando hablamos del levantacola, no hablamos de una mujer que quiere verse mejor sino de horma. Es decir, que forre su piel y no quede espacios de piel entre el jean y el cuerpo. Esto va perfecto con el imaginario que el mundo tiene sobre las colombianas, de ser sensuales, de mostrar piel, de un historial de fábrica de reinas, tratamos de cumplir esas promesas de valor a través de esta prenda”, afirma Mosquera.
La estética de ‘muñeca de la mafia’, ligada a un país que hasta ahora comienza a consumir moda global y a ser influenciado por otras maneras de ver a la mujer, inevitablemente causa conflicto. Pero, aunque usted no lo crea, esto obedece a una latinización global de la moda: “Así no les guste, el jean levanta cola se vende bien. Se puede posicionar como su producto de exportación, tal y como su lencería y trajes de baño”, dice Anna Fusoni. “No pueden matar a su gallina de los huevos de oro”.
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