La llegada de los talibanes al poder después de 20 años en Afganistán, ha sembrado una tremenda incertidumbre respecto a los derechos de las mujeres y la igualdad de género.
Y es que tras la toma del palacio presidencial de Kabul, capital de Afganistán, por parte de los insurgentes y los desesperados intentos de miles de afganos de escapar del país han encendido las alertas de la situación que deberán enfrentar mujeres y niñas ante el régimen talibán.
Si bien aún no existe un pronunciamiento oficial en Afganistán, se teme que se repita la experiencia que los talibanes impusieron a las mujeres entre 1996 y 2001 y que significó la pérdida de todos sus derechos y libertades.
Los talibanes consideran a las mujeres solo por su capacidad reproductiva, cuya idea de sociedad se basa en una distorsionada y estricta interpretación del islam, teniendo como ideal la vida de un musulmán en tiempos de Mahoma.
En esa línea, la Asociación de Mujeres Revolucionarias de Afganistán (RAWA), recopiló las 29 prohibiciones de los talibanes a las mujeres hace más de 20 años y que bien podrían repetirse en las próximas semanas.
Las 29 restricciones y prohibiciones del régimen talibán a las mujeres
- Prohibición del trabajo femenino fuera de sus hogares, que igualmente se aplica a profesoras, ingenieras y demás profesionales. Sólo unas pocas doctoras y enfermeras tienen permitido trabajar en algunos hospitales en Kabul.
- Prohibición de cualquier tipo de actividad de las mujeres fuera de casa a no ser que sea acompañadas de su mahram (pariente cercano masculino como padre, hermano o marido).
- Prohibición de cerrar tratos con comerciantes masculinos.
- Prohibición de ser atendidas y tratadas por doctores masculinos.
- Prohibición de estudiar en escuelas, universidades o cualquier otra institución educativa.
- Obligación de usar un largo velo (burka), que las cubre de la cabeza a los pies.
- Azotes, palizas y abusos verbales contra las mujeres que no vistan acorde con las reglas talibán o contra las mujeres que no vayan acompañadas de su mahram.
- Azotes en público contra aquellas que no oculten sus tobillos.
- Lapidación pública las acusadas de mantener relaciones sexuales fuera del matrimonio (un gran número de amantes son lapidados hasta la muerte bajo esta regla).
- Prohibición del uso de cosméticos (a muchas mujeres con las uñas pintadas les han sido amputados los dedos).
- Prohibición de hablar o estrechar las manos a varones que no sean mahram.
- Prohibición de reír en voz alta (ningún extraño debe oír la voz de una mujer).
- Prohibición de usar zapatos con tacones, que pueden producir sonido al caminar (un varón no puede oír los pasos de una mujer).
- Prohibición de subir a un taxi sin su mahram.
- Prohibición de trabajar en la radio, la televisión o participar de reuniones públicas de cualquier tipo.
- Prohibición de practicar deportes o entrar en cualquier centro o club deportivo.
- Prohibición de andar en bicicleta o motocicletas, aunque sea con sus mahrams.
- Prohibición de usar indumentarias de colores vistosos. En términos de los talibán, se trata de “colores sexualmente atractivos”.
- Prohibición de reunirse con motivo de festividades como el Eids (Año Nuevo) con propósitos recreativos.
- Prohibición de lavar ropa en los ríos o plazas públicas.
- Modificación de toda la nomenclatura de calles y plazas que incluyan la palabra “mujer.” Por ejemplo, el “Jardín de las Mujeres” se llama ahora “Jardín de la Primavera”.
- Prohibición de asomarse a los balcones de sus pisos o casas.
- Opacidad obligatoria de todas las ventanas, para que las mujeres no puedan ser vistas desde fuera de sus hogares.
- Prohibición a los sastres de tomar medidas a las mujeres y coser ropa femenina.
- Prohibición del acceso a los baños públicos.
- Prohibición a las mujeres y a los hombres de viajar en el mismo autobús. Los autobuses se dividen en “sólo hombres” o “sólo mujeres”.
- Prohibición de pantalones acampanados, aunque se lleven bajo el burka.
- Prohibición de fotografiar a mujeres.
- Prohibición de imágenes de mujeres impresas en revistas y libros, o colgadas en los muros de casas y tiendas