La detención de la expresidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, durante la madrugada del sábado tiene dividido al país entre los que ven esta situación como una persecución política y los oficialistas, del lado de las víctimas de la crisis de 2019 que forzó la renuncia de Evo Morales a la presidencia, que consideran que se está haciendo justicia.
Las autoridades bolivianas desplegaron un fuerte operativo, encabezado por el comandante general de la Policía, Jhonny Aguilera, y el ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo Del Carpio, que dio con la captura de Áñez en Trinidad, ciudad del departamento del Beni, y de inmediato fue trasladada a La Paz, a unos 500 kilómetros, en un avión de la Fuerza Aérea.
En horas de la mañana fue llevada a la Fiscalía para la declaración informativa en la que se acogió a su derecho al silencio al no ser tratada como expresidenta del país y por ende ser sometida a un juicio de responsabilidades.
Áñez (2019-2020) consideró hoy que su detención obedece a un «amedrentamiento político» y que detrás de todo este proceso está el partido oficialista Movimiento al Socialismo (MAS) del presidente Luis Arce y el expresidente Evo Morales (2006-2019).
Sobre este asunto, el ministro de Justicia y Transparencia Institucional, Iván Lima, afirmó que se está «ante un juicio a una exsenadora, por lo tanto no corresponde ningún juicio de privilegio constitucional».
Áñez y los exministros interinos Rodrigo Guzmán, de Energía, y Álvaro Coímbra, de Justicia, fueron detenidos en el marco del caso llamado «golpe de Estado» y se les acusa de «sedición y terrorismo» durante la crisis de 2019 tras las fallidas elecciones que derivaron en la renuncia de Evo Morales a la Presidencia de Bolivia.
Fuentes cercanas al operativo dijeron que a la exmandataria interina se la halló en su casa escondida en una baulera (cuarto trastero).
En las instalaciones de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) permanecen detenidos Áñez y sus exministros, donde algunos familiares y sus abogados esperan la notificación para la audiencia de medidas cautelares.
Captura de la expresidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez
Carolina Rivera, hija de la expresidenta, dijo a Efe que lo que se ha hecho con su madre «es un abuso, una injusticia lo que hace el Gobierno del MAS, que es tan autoritario».
Rivera confirmó que Áñez se acogió al derecho al silencio en su declaración informativa y que se le está negando su derecho a ser tratada como exjefa del Estado.
Sobre la ausencia de varios líderes políticos y cívicos que acompañaron a Áñez cuando asumió la Presidencia transitoria, y que hoy no han hecho acto de presencia, se limitó a decir «que cuando las cosas se ponen difíciles las personas se alejan, pero ella va a salir adelante».
Carolina Rivera denunció que a ella también la detuvieron y luego la dejaron libre, pero varios de sus primos continúan arrestados sin que aún les hayan dado una explicación.
Por su parte, Dalia Lima, esposa del exministro Rodrigo Guzmán, dijo a Efe que «todo fue ilegal» porque cuando se produjo la detención él «no había sido notificado» y señaló que la defensa de los políticos detenidos se está documentando para «desvirtuar» los delitos de los que se les acusa.