El Gobierno croata ha decretado hoy el estado de catástrofe para tres provincias centrales de Croacia, las más golpeadas por el terremoto de 6,2 grados de magnitud que sacudió el país el pasado martes, causando 7 muertos y 26 heridos, además de la destrucción de millares de edificios.
«Se trata de una decisión muy importante adoptada en base a la Ley del sistema de protección civil», subrayó el primer ministro croata, Andrej Plenkovic, al anunciar la medida al comienzo de una sesión del gabinete televisada en directo.
La decisión permite establecer una jerarquía de responsabilidades y manejo de crisis que facilita la toma de decisiones relativas al saneamiento de las consecuencias del sismo, como el alojamiento de la población que quedó sin techo, o las obras de reconocimiento de daños, reparación y distribución de ayuda.
El estado de emergencia se proclamó en la provincia de Sisacko-Moslavacka, donde está la ciudad de Petrinja, epicentro del terremoto, y en diversas partes de las provincias de Zagreb y de Karlovac, en torno a las ciudades homónimas.
Miles de personas siguen durmiendo en coches a la espera de recibir viviendas prefabricadas provisionales, mientras las innumerables réplicas -esta mañana hubo un temblor de 4,2 grados de magnitud en la escala de Richter-, la lluvia y las temperaturas bajas siguen dificultando su situación.
El fuerte terremoto del martes se sintió en una docena de países de los Balcanes y Europa central.