Cuatro empleados de un casino del sur de Florida se declararon culpables de haber conspirado para robar a la empresa en combinación con sus respectivas esposas, lo que significó un botín de casi 5,3 millones de dólares en cuatro años y unos meses, de acuerdo con documentos judiciales.
El caso ha quedado listo para sentencia, según la Fiscalía del distrito judicial del sur de Florida.
Los últimos en declararse culpables fueron Yohander Jorrin Melhen y Milagros Acosta Torres, que comparecieron ante el juez el pasado 31 de enero.
Jorrin Melhen trabajaba, como Michel Aleu, Lester Lavin y Leonardo Betancourt, en el departamento de videojuegos del casino Miccosukee, regentado por la tribu indígena de igual nombre y situado en las afueras de Miami, y, según las acusaciones que pesan sobre los cuatro, alteraron las computadoras de las máquinas electrónicas de juego para que produjeran bonos y vales de crédito fraudulentos.
Milagros Acosta Torres, María del Pilar Aleu, Anisleydi Vergel Hermida y Yusmary Shirley Durán después convertían esos documentos de crédito falsos en efectivo en los cajeros automáticos instalados en el casino y en la caja del centro de juego.
El dinero obtenido del robo, que se calcula en aproximadamente 5,3 millones de dólares, lo usaban para comprar o arreglar propiedades inmobiliarias. También el dinero era usado adquirir automóviles o barcos, viajar y hasta pagar planes de estudio para sus hijos, señala un comunicado de la Fiscalía.
El plan funcionó desde enero de 2011 hasta mayo de 2015.
El juez Darrin P. Gayles será quien dicte sentencia contra ellos. Cada uno se enfrenta a una pena máxima de 20 años de prisión por el delito de conspiración para lavar dinero. Además de otras penas por delitos como conspiración para robar y conspiración para cometer fraude electrónico.
Las investigaciones del caso fueron llevadas a cabo por el FBI, la Policía federal de investigaciones, y el departamento de Policía de la tribu Miccosukee.