En 1921 se realizó la primera expedición exitosa a la punta del monte Everest. Y desde entonces más de cuatro mil personas han alcanzado los 8.848 metros de su cima, pero aproximadamente 293 han muerto en el intento; de ellos 175 eran expedicionarios y 118, sherpas.
El camino al lugar más alto del planeta está plagado de cadáveres congelados y basura que dejan los excursionistas; como implementos de montaña y balones de oxígeno. Con el paso del tiempo la aventura para expertos escaladores se convirtió en un lucrativo negocio que le permite realizar la expedición a quien pueda pagar la asistencia de los sherpas.
Tan manoseada está la aventura que el miércoles 22 de mayo. Y debido a una ventana de buen tiempo, desde el campamento IV, a 7.900 metros, salieron 250 personas. Y luego se formó una fila de más de 200 en una ladera cercana a la cumbre. Se convirtió en el trancón más grande ocurrido en la parte final de la montaña. Pero además superó a uno similar que se registró el 2012 con 179 personas que llegaron a la cumbre el mismo día.
Aún así, a pesar del buen tiempo y de la gran cantidad de personas dispuestas a tender una mano, dos montañistas fallecieron en esa extraña jornada en que la espera en la cola demoró más que el ascenso.
Las víctimas son el estadounidense Donald Lynn Cash y la india Anjali Kulkarni, ambos de 55 años. Sobre su desgracia, el organizador de la expedición de la mujer, Arun Trek, atribuyó su muerte a la larga fila.
En tanto, el funcionario del Ministerio de Turismo de Nepal,Gyanendra Shrestha; declaró que «fue un día de mucho tráfico. Las expediciones se quejaban de que había que esperar dos o más horas para llegar a la cumbre».
Otro hombre que hizo historia es el sherpa Kami Rita, de 49 años, quien formó parte de la muchedumbre que llegó al mismo tiempo a la cima. Y para él se convirtió en la segunda vez que lo conseguía en una semana. Pero no es sólo eso, ya que con 24 cumbres es récord mundial.