Tras cinco días desaparecida, la chilena de 27 años Millaray Bravo, fue hallada sin vida en una playa de la ciudad de Torbay en Nueva Zelanda.
La joven llevaba tres años viviendo en el país oceánico, tenía una pareja de nacionalidad cubana y acorde a un informe preliminar, fue encontrada desnuda y enredada entre las boyas a 200 metros de la costa.
Además, la investigación policial determinó que no hubo intervención de terceros en su deceso, hecho que es puesto en duda por la familia de la mujer.
Antonio Bravo, el padre de la joven, señaló a LUN que «el informe dice que la encontraron en posición vertical en el mar. No estaba flotando. Dicen que tenía una cuerda enrollada en sus tobillos, sin nudo. Además no tenía ninguna lesión provocada por terceros».
«Mis dudas son claras, ¿por qué si estuvo perdida cinco días el pololo no la buscó, no llamó por teléfono, no la fue a buscar a la casa? La otra duda es, ¿por qué estaba desnuda si se supone que se fue a bañar?, ¿por qué su ropa no estaba en la playa, sus zapatos, su toalla? Y lo otro es que si estaba enredada, ¿por qué no tenía marcas en los tobillos? No había nada», expresó.
En tanto, su hermana Verónica indicó que «la noticia de su muerte nos llegó primero por las redes sociales. Sus amigos de allá nos avisaron, pero yo no daba crédito hasta que me lo dijeron de Cancillería».
«Era una mujer muy alegre y cariñosa. Le encantaba estar con los sobrinos. En Chile trabajó en los casinos Enjoy, hasta que decidió ir a probar suerte a otro país. Yo le dije que no se fuera tan lejos, que se fuera a Brasil, pero ella estaba fascinada con Nueva Zelanda», aseveró.
Cabe mencionar que los restos de Millaray serán repatriados luego de los 15 días de investigación.