Un pequeño de diez años tuvo que observar como un vecino asesinó a Kika, su perrita.
De acuerdo con la información preliminar, el hombre le propinó un disparo a la mascota, porque supuestamente se le había comido su almuerzo. Tras el ataque, el dueño de la mascota salió desconsolado en busca de su madre.
El caso de maltrato animal sucedió en Córdoba, Argentina. Los habitantes se encuentran indignados y exigen justicia.
El responsable del cruel acto trabaja como conductor de servicio público.
El sujeto se encuentra en la mira de la justicia y podría pagar hasta un año de cárcel.
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