En la ciudad de Indiana en Estados Unidos se presentó la situación. Candy es una niña que desde los 4 años demostró su gusto por los trajes con pantalón, bléiser, camisa y corbata.
El pasado primero de octubre Cady fue excluida de la celebración de su primera comunión por parte de la iglesia católica St. John the Ecangelist, que también funciona como colegio, por haber descartado el tradicional vestido blanco y haber preferido el traje de pantalón.
Según la madre no existía un código de vestimenta, por lo que en agosto le compró el traje a su pequeña. Sin embargo, una semana antes del evento le enviaron a cada familia una carta en donde decía que las niñas debían usar vestidos.
Según Pulzo, Cady debía acogerse a esa norma o no podría asistir. La otra opción era que hiciera su primera comunión en privado, algo que su madre no estaba dispuesta a aceptar: “Si ella usaba traje, teníamos que fingir que mi hija no existía”.