La oposición venezolana reunida en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) continuó con su agenda de protestas antigubernamentales que, según sus dirigentes, ha dejado una cifra de cinco muertos en Venezuela.
La MUD llamó a sus simpatizantes a protestar en los 335 municipios de Venezuela y, a través de su cuenta en la red social Twitter, mostró movilizaciones de personas en al menos una decena de los 23 estados del país, así como en Caracas, donde el antichavismo recorrió el este y el oeste de la ciudad pacíficamente.
La mayoría de las movilizaciones en el interior, en las que participaron cientos de personas, terminaron en calma y en ellas se portaban carteles que decían «no más dictadura» y «elecciones ya».
Sin embargo, decenas de ciudadanos que recorrieron el este de la capital decidieron seguir en marcha y llegar la principal autopista de Caracas para continuar con la protesta, algo que no fue respaldado por los dirigentes.
Esto degeneró en un choque entre policías y manifestantes que se extendió durante casi una hora en la que los efectivos de la fuerza pública usaron gases lacrimógenos para dispersar a los ciudadanos, mientras varios de ellos, que portaban capuchas, devolvieron esos artefactos y lanzaron piedras al contingente policial.
Por otra parte, el diputado opositor José Manuel Olivares denunció que la policía del estado Vargas, del litoral central de la nación suramericana, disolvió con gases lacrimógenas y perdigones una manifestación opositora en esa entidad, sin que se reportaran daños o heridos.
Decenas de chavistas, por su parte, se concentraron en el centro de Caracas para conmemorar los hechos que el 13 de abril de 2002 devolvieron a la Presidencia al fallecido Hugo Chávez (1999-2013), tras un golpe de estado que le sacó del poder durante dos días.
Convocado por el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), el oficialismo se congregó en el Puente Llaguno, en el centro de la capital, para realizar una oración ecuménica por las víctimas de la violencia del fallido golpe y conmemorar el regreso al poder del líder socialista.
Entretanto, el presidente de la Asamblea Nacional (AN, Parlamento), el opositor Julio Borges, aseguró que las protestas antigubernamentales de la última semana han dejado siete fallecidos, pese a que otras autoridades y medios locales hablan hasta el momento de cinco muertos.
«A esta hora que estoy hablando, la cifra que tenemos de personas fallecidas son siete personas, siete personas que han fallecido por la violencia de un gobierno que niega la Constitución», dijo el opositor al término de la movilización en el este de Caracas.
Este dato fue secundado por el primer vicepresidente de la Cámara, el opositor Freddy Guevara, al indicar que cuatro de las muertes se habían registrado en el estado Lara (oeste) y que una de estas víctimas era un oficial de la Policía.
No obstante, el gobernador de esa entidad, el también opositor Henri Falcón, aseguró en rueda de prensa que son tres las personas que han fallecido en esa región y reiteró su denuncia sobre supuestos grupos armados que estarían atacando las manifestaciones antigubernamentales en Lara.
El Ministerio Público (MP, Fiscalía) ha confirmado hasta ahora cuatro fallecidos por hechos violentos durante las protestas que iniciaron luego de que el Supremo emitiera dos sentencias contra el Parlamento, aunque estas ya fueron parcialmente suprimidas.
Guevara explicó hoy que la «gran protesta nacional» convocada para el próximo miércoles consistirá en «desbordar» la calle con «miles y miles de personas» para «superar la represión» de los cuerpos de seguridad del Estado.
Por su parte, el diputado Tomás Guanipa aseguró que el tiempo para «sacar del poder» a través de elecciones al presidente Nicolás Maduro había llegado.
Las protestas opositoras buscan presionar para que el país convoque elecciones y para que el defensor del pueblo, Tarek William Saab, respalde el proceso que inició el Legislativo para remover a los siete magistrados que firmaron las polémicas sentencias, por lo que les acusan de haber dado «un golpe de Estado».
Saab, que preside el Poder Ciudadano, ha manifestado la improcedencia de la solicitud de la Cámara y hoy se pronunció para referirse a la «hipocresía» que, asegura, ha mostrado la Organización de Estados Americanos (OEA) con sus frecuentes críticas al Gobierno de Maduro.
El Estado venezolano es «un sistema que respeta, que permite el debate, la libertad en medio de una contingencia tan fuerte y tan terrible como la actual», afirmó el ombudsman.