La presidencia de Donald Trump ha creado en Estados Unidos una atmósfera de «ansiedad e incertidumbre» respecto al futuro de la libertad de prensa por sus amenazas y ataques a medios, según un informe preliminar de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).
El escrito, que aún debe ser aprobado, fue presentado en Guatemala y en él se hace referencia a varios ataques que Trump ya hizo como candidato, como su amenaza de demanda al diario The New York Times por uno de sus artículos.
El informe recuerda que, después de asumir como presidente de EEUU, Trump se negó a responder una pregunta formulada durante una conferencia de prensa por Jim Acosta, de CNN, atribuyó a esta cadena «noticias muy falsas» y pidió una investigación de «filtraciones» a la prensa desde la Casa Blanca y otras partes del Gobierno federal.
Para la SIP estos ataques, por provenir del líder de Estados Unidos, son «motivo de preocupación sobre el futuro de la circulación de noticias y de la libertad de prensa».
«El cuarto poder es uno de los sellos de la democracia estadounidense; una prensa libre funciona como control sobre el poder gubernamental (…). Si bien resulta común que exista tensión entre la prensa y la Casa Blanca, la retórica del Gobierno de Trump no tiene precedentes y amenaza con socavar la capacidad de los medios», advierte el escrito.
A la vez, de acuerdo con el informe preliminar de la SIP, la falta de transparencia ha impedido en EEUU la cobertura de noticias y ha restringido la capacidad de los periodistas para informar sobre las políticas que afectan directamente a los ciudadanos.
En los últimos meses, los medios se han visto forzados a lidiar con la aparición de «noticias falsas» y con un presidente que «ha cooptado» ese término para «desacreditar y atacar los informes legítimos y veraces que estima desfavorables», provocando que algunos periodistas fueran incluso vetados.
Desde que es presidente, la SIP ha advertido que «los ataques verbales de Trump contra los medios no han disminuido», sino que ha acusado a varios, como NBC, ABC, CBS, CNN o al diario The New York Times, de ser «medios de noticias falsas» y «enemigos del pueblo estadounidense».
«La crítica parece calculada para socavar la credibilidad de las organizaciones de noticias que informan sobre las actividades del Gobierno, lo que haría más difícil que este rindiera cuentas sobre su gestión», manifestó la SIP, que recuerda que esta táctica, así como la de evitar a los medios, es reiterativa en varios funcionarios estadounidenses.