La consigna de este año es “Aguas residuales, ¿por qué desperdiciar agua?, un eslogan con el que se busca la reducción de las aguas residuales a la vez que se fomenta su reutilización, teniendo en cuenta que, aproximadamete, el 90% de esas aguas en el mundo fluyen en el medio ambiente sin tratar; 2.400 millones no cuentan con un saneamiento adecuado y casi el 40% de la población ya se enfrenta a la escasez del agua, pudiendo alcanzar un 60% de aquí a 2025, según datos del Consejo Mundial del Agua (World Water Council, WWC, por sus siglas en inglés).
En consecuencia, cada año mueren millones de personas, la mayoría de ellos niños -4.500 al día-, por enfermedades relacionadas con el agua, muchas más que las causadas por accidentes de autos y el Sida juntos.
Las enfermedades relacionadas con el agua y la falta de acceso a agua potable provocan 3,5 millones de muertes anuales en el mundo, ya que la falta de acceso afecta al 12% de la población mundial.
“El agua lo es todo: nos garantiza la disponibilidad de suficientes alimentos para todos, nos ofrece suministros de energía estables y asegura la estabilidad de los mercados y las industrias, entre otros beneficios”, explica a Publimetro, Benedito Braga, presidente del Consejo Mundial del Agua.
En Latinoamérica
En la región, a pesar que posee el 31% de los recursos de agua dulce del mundo, un gran número de países de Sudamérica y Centroamérica áun carecen de acceso a agua potable y saneamiento, lo que se traduce en la actualidad en 100 millones de personas, llegando al 60% en las zonas rurales.
Además, sólo el 20% de las aguas residuales son tratadas, produciendo la contaminación de ríos y zonas costeras, que no sólo provocan que la población de la región se vea expuesta a enfermedades, sino que también afecta directamente a la economía.
Asímismo, la escasez de agua aumentará en varias regiones debido al cambio climático, incluyendo los Andes, donde el deshielo de los glaciares tendrá un gran impacto en el suministro de agua.
En concreto, Braga indica que en Chile el 99% de la población tiene acceso a una fuente mejorada de agua potable y es líder en la implementación de las energías renovables, así como en la lucha contra el cambio climático. Además, añade, “cuenta con grandes reservas naturales, más aún con la reciente donación de la viuda de Douglas Tompkins en la Patagonia, con más de 407.000 hectáreas de bosques nativos y especies de floras únicas”.
El cambio climático y el agua
“En el ámbito de los desastres naturales y el cambio climático, las inundaciones y las sequías son la causa principal de muchos de los problemas de nuestras sociedades. Una infraestructura mejorada y polivalente es un paso esencial para el crecimiento de muchos países en vías de desarrollo”, sostiene Braga.
Por ello, según Braga, es crucial la combinación de la inversión en infraestructuras que garanticen la seguridad universal del agua con los esfuerzos que ya se están desarrollando contra el cambio climático, y estima que con una inversión anual de 650 millones de dólares cada año, hasta 2030, se puede lograr la seguridad universal del agua.