En el noreste de China, la policía llegó a la azotea de una vivienda, en la que una mujer deseaba lanzarse al vacío.
Sujetándola por el cabello, su esposo evitó que callera, aunque ella forcejeaba para intentar soltarse.
En buen momento llegaron los policías para ayudarle ayudarle al hombre a impedir que su mujer cayera del edificio.