En cadena obligatoria de radio y televisión, Maduro aseguró que, pese a todo, los nuevos billetes «han venido llegando y seguirán llegando» al país en los próximos días.
El presidente afirmó que hasta ahora el Banco Central de Venezuela (BCV) ha recibido sesenta millones de piezas de 500 bolívares, 4.5 millones de 5.000 y 2.9 millones de 20.000 bolívares.
«Saben que se ha hecho una guerra monetaria contra el país terrible, terrible verdaderamente», aseguró Maduro al recordar su decisión de sacar de circulación el billete de 100 bolívares, equivalente a 15 centavos de dólar, hasta ahora el de mayor denominación en la moneda local.
Este papel perderá definitivamente su legalidad el próximo 20 de enero para, según Maduro, asestar un golpe a mafias que desde Colombia comerciaban dicho billete para, supuestamente, desestabilizar la economía del país.
En diciembre pasado, el Ejecutivo dio tres días para recoger todos estos billetes y anunció su salida de circulación pero, ante el retraso de la nueva familia monetaria, se desataron disturbios en varias regiones del país que terminaron con tres muertes, decenas de heridos y más de 400 comercios saqueados.
Tras ello, Maduro anunció dos prórrogas a la vida útil del mayor signo monetario nacional.
En la última semana de 2016, varias fuentes de los bancos privados de Venezuela aseguraron a Efe -bajo condición de anonimato- que no habían recibido la nueva familia de billetes mientras que un representante del estatal Banco Bicentenario afirmó que estas piezas ya estaban bajo resguardo en sus casi 200 oficinas en todo el país.
Según el BCV, el nuevo cono monetario -que incluye billetes de 500, 1.000, 2.000, 5.000, 10.000 y 20.000, y monedas de 10, 50 y 100 bolívares- simplificará la vida económica del país pues estará más ajustado a la galopante inflación que cerró 2015 en 180,9 por ciento y se estima en 2016 muy por encima de esa cifra.
Algunas de las nuevas monedas comenzaron a circular, aunque de forma muy escasa, en la última semana de 2016.