El hombre aprovechó su trabajo para cometer el feminicidio. Vigilante abusó sexualmente y asesinó una mujer que vivía en la urbanización en la que trabajaba.
Los hechos
Todo sucedió el 4 de junio de 2019 cuando el hombre ingresó al apartamento en el que vivía Laura Ocampo Betancur, de 30 años.
Laura Ocampo se desempeñaba como diseñadora gráfica de una reconocida empresa de ropa.
El vigilante fue identificado como Jorge Andrés Bedoya Peña, de 25 años de edad, quien trabajaba en la urbanización.
En la madrugada del mismo día fue encontrado el cuerpo semidesnudo y sin vida de Laura.
Los vecinos de víctima informaron que cuando escucharon los gritos en el apartamento de la mujer le hicieron varias llamadas al vigilante.
Sin embargo, recibieron respuesta tardía, porque el vigilante de turno era el mismo Bedoya.
Según el dictamen de Medicina Legal, la víctima fue golpeada, abusada sexualmente y tenía signos de estrangulamiento.
Además, el cuerpo presentaba dos heridas con arma blanca, que habrían sido las que le causaron la muerte.
Asimismo, en la vivienda de la víctima no fue encontrado el teléfono celular, una pieza clave en la investigación.
Unas horas después de los hechos, los funcionarios de la Policía Nacional rastrearon el celular y lo ubicaron en Robledo.
Justamente el lugar en el que fue ubicado el celular coincidió con la dirección del victimario.
La sentencia
La defensa realizó un preacuerdo con la Fiscalía General de la Nación, en el que se allanó a los cargos.
El hombre aceptó su responsabilidad por los punibles de feminicidio agravado, acceso carnal violento y hurto calificado.
El Juzgado Primero Penal del Circuito de Itagüí, Antioquia; con funciones de conocimiento, avaló el preacuerdo.
Luego, anunció la sentencia contra Bedoya, en la que lo condenó a 32 años de prisión.
