Hace pocas horas en internet circuló el video de un hombre que quitó y rompió la bandera Lgbt + que estaba izada en el Pueblito Paisa en Medellín. El episodio produjo una oleada de comentarios que mostraron indignación y críticas. Curiosamente no es la primera vez que la persona que protagoniza el ataque, Luis Emilio Arboleda, es mencionado en redes sociales.
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Luis Emilio Arboleda es un activista político que se ha visto envuelto en líos judiciales más de una vez. En 2018 Noticias Uno publicó la denuncia de una mujer quien reclamaba que le había prestado 580.000 pesos. Según la denunciante, Irene Morán, el hombre le incumplió varias veces con el pago de la deuda. Como si fuera poco, Morán señaló que terminó siendo amenazada contra su integridad.
«Me dijo que si lo seguíamos molestando, nos iba a apuñalar».
No obstante, otras denuncias en su contra también han sido presentadas. Así lo afirmó el periodista Daniel Coronell en su columna del 7 de noviembre de 2017. En esta se pueden apreciar varios documentos que prueban la existencia de la firma falsificada del ciudadano Alberto Morales que supuestamente lo hacía codeudor de los pagos de un préstamo a un taxista. En el préstamo aparecía la huella de Arboleda, quien terminó reconociendo el delito. Como resultado le dieron suspensión condicional de 24 meses.
@NoticiasUno Ya había contado una historia del Uribista Luis Emilio Arboleda que amenazó con acuchillar a esta mujer. pic.twitter.com/yLcYAepHtr
— Juliana Ramírez (@Julianaramirez6) June 29, 2019
La polémica carrera del activista
Además de las denuncias que ha enfrentado Arboleda y su ataque simbólico a la comunidad Lgbt +, también ha sido criticado por su polémico y agresivo accionar como activista político. En sus cuentas de redes sociales se muestra como un simpatizante del expresidente Álvaro Uribe y un duro crítico a los acuerdos de paz. Además, constantemente comparte videos de su canal de Youtube haciendo críticas a la izquierda colombiana.
También ha aparecido en varios videos gritando e insultando a varios políticos. Por ejemplo, a Germán Vargas Lleras lo llamó «enmermelado y sinvergüenza» en plena calle. Algo similar ocurrió con Antonio Narravo Wolf, a quien le dijo «degenerado».
