El director de Medicina Legal, Carlos Eduardo Valdés Moreno, informó que los estudios biológicos que se le realizaron al cuerpo del niño Miguel Ángel Rivera, de tan solo dos años de edad, revelaron las verdaderas causas de su deceso.
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«La causa de la muerte obedece a una asfixia por sofocación, la manera es de muerte violenta de tipo homicidio. Se hallaron signos de maltrato infantil agudo y además signos de violencia sexual», indicó Valdés.
Si bien en la primera inspección se había descartado el abuso sexual, el director explicó que «hoy los estudios de histopatología permitieron evidenciar elementos claros y científicos que permiten concluir que el niño sí fue abusado. Inicialmente, macroscópicamente no presentaba signos de abuso, los estudios microscópicos revelaron que sí había existido abuso sexual al menor».
La sofocación en el caso del bebé significa que le fueron obstruidas sus vías aéreas, boca y nariz, llevándolo a un estado de asfixia. Además, el experto agregó que el maltrato era agudo y que los golpes no tenían más de 24 horas anteriores a la muerte, al igual que el abuso sexual.