Aunque Diego es paisa de corazón, nació en Bucaramanga hace 38 años, pero más de la mitad de su vida la ha vivido en Medellín, una ciudad que dice conocer más que los mismos paisas. Estudio Diseño Gráfico en la Universidad Bolivariana y para sorpresa de muchos es tímido y reservado.
¿Cómo se define Diego Peña?
Un hombre que nació en la época de los 50, que por alguna razón de la vida, del destino y de la ciencia, todavía tiene 38 años y está por aquí presente. Soy como una especie de señor chapado a la antigua.
Pero, ¿por qué se considera un señor chapado a la antigua?
Porque me considero una persona conservadora, que todavía le gusta llegar temprano, que le gusta mirar a la cara a las personas, que le da rabia cuando hay gente que no lo mira a uno por estar chateando, me gusta ser cortés, la buena educación; cosas que considero que se han ido perdiendo un poco.
Entonces, ¿se puede decir que hay alguien detrás de todo esto, alguien que le enseñó o que quería imitar?
No, es quizás un tema de educación de la casa, aunque en mi casa no son los más estrictos ni disciplinados, son unos papás y unos hermanos normales, pero si me inculcaron mucho eso… o quién sabe si es algo de una reencarnación o algo por el estilo.
¿O sea que cree en la reencarnación?
No, no; es un decir (risas).
¿Qué papel jugó su mamá en esa etapa de formación?
Mi mamá siempre me abrió el espacio para la creación en especial, pues seguramente a la educación también, en saludar, en sentarse bien, en comer bien, etc.; pero en especial la parte creativa fue muy motivada por ellos, que tienen una sensibilidad artística muy marcada, me compraban artículos para dibujar, me compraban la música.
Como se considera ‘un viejito chapado a la antigua’ ¿qué significado tiene el tiempo para usted?
La puntualidad me parece esencial, importante y es una costumbre que se ha perdido, es muy particular que ahora el que es puntual es un ser o bicho extraño, a veces me he dado cuenta que es como un defecto, que dicen: ‘Ay pero llegó muy temprano’ o ‘Pero llegó muy puntual’; ¡hombre, eso es lo normal!.
La hora colombiana…
Exacto, no sé, ahora me parece también un poco que los latinos somos como muy frescos y relajados, y se ve ahí en esa situación de la puntualidad. Es que es muy charro, dicen: ‘nos vemos a las 10, pero hora Colombia” o sea, a las 10:30; no debería ser así.
Respecto al humor, ¿Cómo inicia su carrera como humorista?
Como tal no me considero ni humorista ni comediante, pero casualmente todos los contenidos que hago tienden a ese tono, sin proponérmelo. Eso tiene que ver con que yo dibujaba desde pequeño y esa parte de dibujar también se empezó a desarrollar más con los comics, entonces empecé a hacer historietas y caricaturas; y quizás esa fue la semilla de todo, está en mi sistema operativo, así no quiera, si me dicen escriba el drama más triste, me sale como un chiste.
¿Qué importancia cree que tiene el humor en la vida de las personas?
Es muy importante, uno debe aprender a reírse de uno mismo, yo estoy en ese proceso, a veces eso cuesta, es necesario relajarse, es necesario entender las ironías, los sarcasmos, digerir el humor negro. Me parece muy particular que haya gente tan amargada y como tan falta de afecto. Cuando hay humor también hay mucho cariño de por medio y quizás la gente a la que no le gusta o no entiende el humor, es porque le hace falta un abrazo.
Ahora hablemos del programa ¿cómo nace ‘¿Qué ha pasado?’?
Fue una propuesta que se planteó este año con el Gerente y el jefe de programación de retomar un espacio para recuperar los programas de conversación y entrevistas de por la noche, hubo unos muy exitosos y en Telemedellín querían un formato así, entonces empecé a escribir y a enviar correos, y casualmente les llamó la atención una propuesta que yo tuve, no era muy parecida a la que ellos querían, pero confiaron en mí, como dicen los futbolistas: ‘el profe confió en mí’.
¿Y cómo se ha sentido?
Bien, el programa ha funcionado, hemos tenido muy buenos personajes, se ha logrado el objetivo que es tener personajes reconocidos y héroes anónimos, que en esa hora de programa se conozca al personaje y haya una conversación divertida, entretenida y que haya actividades. Hay que seguir trabajando y en estos 111 programas que se llevan, ha funcionado.
¿Cómo es en su vida privada?
Soy particularmente callado, a mí me cuesta mucho estar en reuniones familiares o fiestas con mucha gente, puedo socializar al rato, pero me cuesta mucho a la llegada, la entrada o cuando hay que presentarse, me intimida mucho cuando hay más de cinco personas.
Y entonces, ¿cómo hace con el reconocimiento y la fama cuando está en la calle?
Pues, fama no (risas), reconocimiento sí, ahí ya es cuestión de amabilidad, porque esa persona dijo: ‘voy a hablarle a él’; puede estar superando sus propios obstáculos, entonces uno tiene que ser amable por un lado y por otro agradecido porque está diciendo algo del programa que vio. Ahí sí todo bien.
¿Cuál es su filosofía de vida?
No tengo una como tal, pero tiene que ver con el respeto al tiempo y el respeto a las personas mayores, a los que tienen un recorrido, a las jerarquías; no sé si lo aprendí en el Ejército, o qué vainas… pero me parece que uno tiene que respetar a las personas que tienen una trayectoria, que tienen conocimiento, que han hecho más que uno así sean mayores o menores, no es cuestión de edad y eso se ha perdido mucho.
¿A qué personaje con vida admiras?
Yo admito a mi esposa, a César Betancur Pucheros y a un actor que se llama Sacha Baron Cohen, que es inglés y que hace unos personajes que a mí me divierten mucho.
¿El mejor consejo que le han dado?
Reinicie, porque tanto en los aparatos tecnológicos como en la vida uno puede darse la licencia de reiniciar y de volver a empezar de cero, está bien, incluso para la creación es muy importante reiniciar si no está bien lo que uno está haciendo, uno tiene el derecho a borrar todo y empezar nuevamente, y la mayoría de las veces queda mejor.
¿Cuáles son tus placeres culposos?
El pop adolescente (risas), hay canciones que disfruto de Katy Perry o de Demi Lovato o de un grupo que se llama DNCE y me gustan las canciones de un trío mexicano muy adolescente que se llama Reik.
Si pudiese cambiar una cosa de sí mismo, ¿Cuál sería?
No estresarme tanto y no darle tantas vueltas o no echarle tanta cabeza a unas cosas que no lo merecen.
¿Qué libro ha leído recientemente?
Ya me quedan 40 páginas de cuentos de Hemingway y antes de ese me leí la biografía de Cerati, que me la podría repetir tres veces.
¿Música favorita?
El rock argentino y la plancha; Cerati, Charly García, Soda Estéreo, Babasónicos, Spinetta me gusta muchísimo.
¿Hobby?
Ver videos musicales en Youtube, dibujar bobadas por ahí y me gusta mucho, esto es muy raro, pero me gusta salir a manejar por ahí.
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