Luis González, director seccional de Fiscalías, dijo en entrevista con Caracol Radio que Jaime Iván Martínez Betancourt confesó porque “al allanarle su recinto privado, él sabe lo que tiene al interior de su vivienda, sabe que además de todas las prendas de María Gladys Arango, donde encontramos toda su vestimenta, todos los elementos que llevaba ese día, su celular; él sabe que en su vivienda tiene otros elementos agrupados como coleccionados de otras víctimas e inmediatamente manifiesta su deseo de contar todo lo que ha hecho”.
La primera confesión fue indicar que en la misma finca donde sepultó a María Gladys, enterró en noviembre de 2015 a su compañera permanente y a sus dos hijos de 5 y 7 años de edad.
La mayoría de las víctimas son mujeres, “todo tiene que ver es a su niñez, a maltratos y situaciones en su niñez; ahora le corresponde a los científicos y criminalísticos encontrar los motivos de por qué su acción criminal lo dirigía hacia las mujeres”.
El director indicó que Martínez les informó que vivió “una niñez en la que tuvo maltrato, una niñez que llevó a abandonar a los pocos años, a los siete -si no me equivoco- a su familia y de ahí en adelante él anda solo por la vida”.
Martínez está contando todo lo que hizo de manera tranquila y señalando los lugares en donde se encontrarían los cuerpos de sus víctimas.
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