Como complemento de las iniciativas y restricciones desarrolladas para limpiar el aire (como restricciones en el tráfico de automotores) un grupo de innovadores presentaron «Biko», una aplicación móvil que incentiva el uso de la bicicleta al convertir los kilómetros recorridos en puntos que pueden ser donados o canjeados en restaurantes o sitios de entretenimiento.
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«Esta plataforma tecnológica motiva y facilita el uso de la bicicleta en las ciudades bajo tres pilares: movilidad, medio ambiente y salud«, manifestó a Efe Emilio Pombo, cofundador de la compañía colombiana Biko.
En las últimas semanas la Red de Monitoreo de Calidad del Aire del Valle de Aburrá, encargada de estudios y mediciones del aire, identificó el momento «crítico» y llegó a reportar concentraciones de partículas PM2,5 (las más finas y perjudiciales para la salud) dos veces mayores a la normal.
Con las restricciones de automotores se disminuyó un poco la contaminación, pero la emergencia ambiental continúa, por lo que fue necesario recurrir a la aplicación, que ya tiene más de 40.000 usuarios registrados y que fue puesta en funcionamiento hace un año en Bogotá, para contribuir en la transformación de la capital.
Pombo dijo además que después de impactar a Bogotá y de sumarse al objetivo de limpiar el aire de Medellín , «Biko» será lanzada el próximo 4 de mayo en la ciudad de México, donde hay «grandes problemas» de contaminación y de salud pública por la obesidad.
Esta aplicación, además de contar los kilómetros y dar puntos, ayuda a quemar calorías y entrega un promedio de ahorro de CO2 emitido al cambiar los autos por la bicicleta.
Por su parte, la subdirectora de Movilidad del Área Metropolitana del Valle de Aburrá, Viviana Tobón, manifestó que hay una coyuntura que obliga a mirar la «ciudad que queremos construir», luego de decretarse la alerta roja por los altos niveles de contaminación.
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«Lo que sucedió en las últimas semanas nos alerta y muestra que la ciudad ultramotorizada y de movilidad individual nos está ahogando«, dijo Tobón a Efe.
Ante ese panorama, la funcionaria indicó que existe la necesidad de empezar a buscar soluciones y «promover otro tipo de formas para movilizarnos como puede ser la bicicleta«.
En esa apuesta por generar menos emisiones de CO2 con la incorporación de «Biko», Medellín tiene terreno ganado con el Sistema de Bicicletas Públicas, EnCicla, que le permite a sus 35.000 usuarios moverse por la ciudad de manera gratuita e integrada con el Metro.
Con la declaración de la emergencia ambiental, EnCicla «incrementó en un 15 %» su utilización en las últimas tres semanas, hasta el punto que se han reportado 9.000 usuarios por día en sus 52 estaciones.
«La ciudad logra dinamizarse cuando la gente camina más y usa más la bicicleta«, agregó Tobón sobre EnCicla, que este año espera llegar a 100 estaciones y aumentar las bicicletas de 1.500 a 3.000 unidades.
En Medellín , las fuentes móviles (todo lo que se mueve por la ciudad) origina el 80 % de la contaminación y las fuentes fijas (industria), el 20 % restante.
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