México está bañada por dos mares. El Atlántico y el Pacífico hacen del país azteca un destino turístico por excelencia. En el océano del oeste, a hora y media de avión partiendo desde Ciudad de México, la ciudad que gana adeptos para sus visitantes es Puerto Vallarta. Allí, conviviendo con las coquetas y rebeldes olas del pacífico, la ciudad está comprometida con cada visitante que la pisa.
Puerto Vallarta está arropada por Bahía de Banderas. El mar rodea una costa amable con la flora y la fauna del lugar. Antes de aterrizar, una estela de montañas y verdes paisajes esconden la perla del pacífico, que brilla cuando el mar se inserta entre las rocas y la manigua.
La actividad en Puerto Vallarta no se limita en exclusiva a lo marítimo. El océano y el turismo de aventura van tomados de la mano, dándole oferta al visitante, sin la obligación de un solo pasatiempo.
Sus habitantes combinan lo típico y autóctono mexicano con la generosidad y el confort que todo destino turístico de alta demanda merece. La vestimenta es muy campechana, transformándose en la experiencia azteca más confortable y raizal que el catálogo vacacional puede ofrecer.
Cada habitante del pueblo se identifica con el negocio, en el rol que lo toque. Desde los que están al servicio de la industria hotelera, hasta aquello que tejen, esculpen y crean, como sus artesanías a mano, para exponer en las boutiques, el mercado central o el popular malecón, visita obligada en uno de los destinos aztecas mejor posicionados en la oferta turística.
Partiendo de allí, el ciudadano de Puerto Vallarta muestra como credencial la generosidad. Una sonrisa y cara amable es con lo que se queda el visitante, coctel perfecto combinado con los atardeceres azul y naranja que se pierden en el horizonte. La construcción de la bahía hace que desde cualquier punto se observe la imagen paradisiaca a la perfección.
Isla Las Caletas, el lugar ideal para el reencuentro personal
En Puerto Vallarta existen todo tipo de comodidades. Sin embargo, una de las visitas preferidas para los turistas es la isla Las Caletas. Bahía adentro, a una hora de la terminal marítima, un molusco de tierra emerge desde el mar, ambientado solo por vegetación e iluminado por 5000 velas, sin un ápice de luz eléctrica.
Allí, la gastronomía saluda al visitante, al pie de un mar cristalino que es respetado a ultranza, solo pisado por sus residentes naturales: tortugas, peces y demás fauna marina. Mientras, el turista disfruta de la mejor representación alimenticia del Pacífico mexicano.
Adentro de la jungla azteca, un escenario aparece para revivir cada noche la historia indígena. El teatro muestra lo más virgen de las raíces de Puerto Vallarta y todo México, mostrando orgullo de lo que un día fue, lo que dejó de ser y lo que hoy es.
La intención de los organizadores es inculcarle la pertenencia y el respeto al lugar a cada turista que decide visitar Puerto Vallarta. Un show al mejor estilo del Circo del Sol hace amar una tierra propia azteca, con la piel precolombina y con la conciencia de ser un punto viajero que hoy vive por y para el turismo.
Hotel Marriott, con todo lo que un turista desea
A la hora de elegir dónde vacacionar, una opción ideal es el Marriott de Puerto Vallarta. Su ubicación cerca de la zona marina de la ciudad hace que se disfrute de un mar tranquilo hasta que cae la tarde. El mar es el fiel testigo para todo tipo de actividad, que van desde las no motorizadas como el kayak, hasta las más extremas.
En el Marriott hay lugar para todo. Sus 433 habitaciones, 29 de estas suites, ofrecen la tranquilidad para que el viajero se sienta como en casa. La amabilidad del personal es la carta de presentación de un hotel de lujo, con toda la oferta gastronómica, desde el típico ceviche pacífico hasta la comida internacional, como el popular restaurante japonés Mikado, uno de los más prestigiosos de Puerto Vallarta.
Su arquitectura es inspirada en la tradición colonial del lugar. Las instalaciones tienen presente el color verde azul, en referencia al agave, flora de donde es destilado el tequila. La madera, orgullo de Jalisco, convive con los tonos grises de la piedra volcánica, muy presente en las zonas públicas.
The Westin, una experiencia llena de salud y bienestar
La oferta saludable está en The Westin. Entre tanta alternativa turística, este hotel se especializa en el cuidado del huésped, más allá de brindarle todas las comodidades que un hotel de lujo logra ofrecer.
La oferta gastronómica está basada en productos naturales. La alimentación en su conformación principal es gourmet y saludable, aunque también están los ‘pecados’ para aquellos que quieren darle gusto a su paladar.
La infraestructura con aire caribeño, a pesar de ser un destino pacífico, tiene numerosos espacios para la práctica deportiva. También, se les da mucha preponderancia a los planes saludables, como la práctica de yoga. El espacio en el sector de la Marina hace que el comercio quede muy cerca.
Sheraton, ideal para los negocios y el confort
Ir al Sheraton Puerto Vallarta es sinónimo de poder. Es uno de los lugares preferidos para las personas de negocios, que van por solo una noche, varias jornadas o una temporada. Allí, en sus amplios lugares públicos, se cierran acuerdos a diario.
El restaurante Gaviotas siempre está ambientado por música clásica, complementado por las mejores notas musicales de un piano central. Al ritmo de la melodía, la gastronomía gourmet es la protagonista de cada noche.
Lo principal para los habitantes del Sheraton es la comodidad del huésped. Por eso, la firma invirtió más de 13 millones de dólares en la remodelación absoluta de las 473 habitaciones, ubicadas en 23 pisos. En la ambientación más alta, las suites de lujo disfrutan de una vista única a la bahía, aprovechando el sector céntrico donde está ubicado el Sheraton.
Asimismo, este hotel es el preferido en Puerto Vallarta para realizar bodas. El spa Maiavé se caracteriza por las despedidas de soltera, por su espacio reservado y natural, con una apertura al mar en medio de la relajación.