¿Qué es ser vegano? Para hablar de este estilo de vida hay que comenzar por diferenciarlo del vegetarianismo. Si bien ambas elecciones apuntan hacia un mismo fin (evitar el consumo de productos animales), en el vegetarianismo todavía se consumen productos de tipo animal como huevo, leche, yogur y mantequilla, que no involucran la muerte del ser directamente. Los veganos son, por decirlo de forma práctica, el nivel avanzado del vegetarianismo, pues no consumen ningún tipo de producto animal.
Si bien no se conoce exactamente cuál es el número de veganos en el planeta, se estima que en varios países, como Italia, uno de cada dos italianos podría ser vegano para 2020.
La encuestadora Nielsen habló con 30.000 personas de 63 países. En Latinoamérica, según los hallazgos, el país con más vegetarianos es México, donde el 19% de encuestados dijo llevar este estilo de vida.
Más allá del plato
Los veganos procuran llevar un estilo de vida coherente con las decisiones que toman en la mesa y en la cocina. Por esta razón, no visten lana, cuero, ni consumen ningún producto derivado de animales, como la miel o la gelatina. También, muchos de ellos son activistas, y por ende apoyan causas contra el maltrato animal en diferentes niveles.
En Occidente, parece ser que este estilo de vida llega como una tendencia que es furor en restaurantes, productos y hasta en el mundo de la cosmética, donde la presión de algunos activistas ha logrado que las marcas se comprometan a dejar de hacer pruebas de laboratorio en animales.
En muchos países orientales, el vegetarianismo obedece a razones religiosas (en el hinduísmo y el budismo, muchos llevan este estilo de vida). Así que no es sorpresa que los países con menor consumo de carne sean Bangladesh e India, donde las personas consumen menos de 4,5 kilos de carne al año, según información de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Una decisión en la que todos ganan
El argumento de proteger a los animales de la tortura, la explotación y la matanza en los mataderos suele ser suficiente para la mayoría de veganos. No obstante, otros deciden volverse veganos o vegetarianos para cuidar su salud. Una dieta basada en plantas permite controlar más fácilmente los niveles de colesterol en la sangre, y es especialmente beneficiosa para quienes sufren de presión alta.
Además, en 2015, la Organización Mundial de la Salud publicó un estudio que ligaba el consumo de carne y los embutidos a varios tipos de cáncer: “De acuerdo con las estimaciones más recientes del Proyecto sobre la Carga Global de Enfermedad, una organización de investigación académica independiente, cerca de 34.000 muertes por cáncer al año en todo el mundo son atribuibles a dietas ricas en carne procesada”.
70% del agua dulce del planeta se utiliza en la producción de carnes y lácteos
El llamado del planeta
Ya que el calentamiento global es y continuará siendo un tema que preocupa a los científicos del mundo, rápidamente se han comenzado a señalar a las industrias que contaminan el aire del planeta y que rompen la capa de ozono, como lo puede ser la ganadería.
De acuerdo a la FAO, “las principales fuentes de contaminación son los residuos animales, los antibióticos, las hormonas, las sustancias químicas de los curtidos, los fertilizantes, los plaguicidas utilizados para los cultivos y los sedimentos de los pastizales erosionados”.
Además, la producción de carne y lácteos utiliza el 70% del agua dulce en el planeta. Así que el veganismo como movimiento busca ríaque proteger a los animales, al planeta y a la salud de las personas.
Según datos también de la FAO, “la demanda mundial de productos ganaderos se prevé que aumente en 70% para alimentar a una población que se estima alcance 9600 millones de personas en 2050”.
El verdadero problema es que la ganadería consume la mayoría de tierras agrícolas, lo que supone una mayor demanda de agua y de terrenos para el ganado. De acuerdo a la FAO, “alrededor del 20% de los pastos del mundo y más del 70% de los que se encuentran en zonas secas se han deteriorado en cierta medida, casi siempre por pastoreo excesivo, compactación y erosión generados por la cría de ganado”.
Además de la ganadería sostenible, que ya se ha comenzado a implementar en algunos países, más que todo los desarrollados, consumir productos de origen vegetal puede ser una manera de ayudar al planeta, pues esta práctica reduce las emisiones de carbono y la contaminación en el agua y en el aire que genera esta industria.
Mon Laferte: un testimonio vegano
Mon Laferte, editora invitada de PUBLIMETRO, habló sobre este estilo de vida, que lleva hace varios años: “Es una idea personal, y creo que la alimentación va en que cada quien decida lo que quiere comer”, dijo. La artista, quien también aseguró que su forma de ver este tipo de alimentación se inclina más a que es algo que las personas podrían intentar, pero entiende que muchos no se entreguen a esta dieta: “Tampoco soy la vegana que quiere convencer a todo el mundo, soy vegana amiga porque si llega alguien a mi casa con una hamburguesa de res igual es bienvenido”.
Aun así, Mon Laferte comentó que espera que las personas indaguen y se interesen por los efectos de sus dietas en el mundo, con respecto a otros seres vivos, y a sus propios cuerpos. “Estaría bueno aprovechar que la gente se informe porque el veganismo no solo tiene que ver con el maltrato animal, sino también con lo que le pasa a tu cuerpo.
De hecho, estoy casi segura que uno de los mayores contaminantes en el mundo es la industria láctea y ganadera. Mantener a las vacas ya es insostenible, ya no se puede más. Espero que la gente se informe, y si deciden hacerse veganos, increíble. Pienso que cada quien debe decidir, siempre y cuando no le afecte al de al lado”.
“Mantener a las vacas ya es insostenible, ya no se puede más. Espero que la gente se informe, y si deciden hacerse veganos, increíble”
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