Daniel Ludueña (35) es el único acusado de haber secuestrado y matado a Abril Sosa, una niña de 4 años que se encontraba jugando afuera de su casa la última vez que la vieron con vida en su barrio de Argentina.
Luego de tres fatídicos días de búsqueda, el acusado -quien también era su vecino-, indicó a la policía en qué lugar tiró el cadáver de la menor, dando automáticamente con su paradero.
Si bien el autor confesó haberla matado y metido dentro de un bolso que luego fue tirado a un terreno baldío, ahora su posición ante la justicia es que no recuerda lo que ocurrió aquella anoche.
“no me acuerdo de nada” y “no soy de entender mucho” fueron sus declaraciones extraoficiales. La madre de Ludueña ya había adelantado a los medios de comunicación que su hijo “tiene problemas psiquiátricos”, por lo que no ponía las manos al fuego por él, a pesar de haber asegurado que él no mató a nadie.
La anterior coartada del hombre fue que ese domingo 14 de enero (el segundo día tras la desaparición de Abril) él fue a buscar a sus dos hijos a la casa de su ex pareja, pero esta afirmación fue desmentida por la misma madre de los niños, quien afirmó que él no los va a ver desde hace cuatro meses, pues existe una restricción policial.
El acusado que también tiene antecedentes por robo, porte de drogas y una denuncia por violencia intrafamiliar, se encuentra en prisión preventiva como imputado por el delito de homicidio agravado por alevosía.
Ahora se espera que exhumen el cuerpo de Abril, ya que las primeras pericias no pudieron dar con el motivo de muerte ni pudieron comprobar al cien por ciento si fue abusada sexualmente antes de su cruel asesinato.