Tener o trabajar bajo las órdenes de un jefe tóxico es un mal que acaba con 40% de la productividad de las empresas, es causa de 80% de las renuncias y es culpable de la fuga de talentos en decenas de compañías.
Tener o trabajar bajo las órdenes de un jefe tóxico es un mal que acaba con 40% de la productividad de las empresas, es causa de 80% de las renuncias y es culpable de la fuga de talentos en decenas de compañías.