Jägermeister, qué bonito nombre tienes.
— Holden Caulfield (@guardian_el_) 19 de enero de 2013
I’ve got the moves like Jägermeister
— Otis B. Driftwood (@obdriftwood) 30 de junio de 2014
El chupito de Jägermeister de mitad mañana en la oficina para soportar a mi jefe.
— Sr Huevón™ (@SrHuevon) 24 de enero de 2014
Nada que no se cure con tres chupitos de Jägermeister.
— Señor Rembrandt (@Sr_Rembrandt) 8 de octubre de 2014
La culpa de todo la tiene Jagermeister
— EnjutoMojamuto (@enjutomojamuto) 20 de diciembre de 2015
Jägermeister, ese nectar de los dioses que saca nuestro «yo fiestero»
— Fernando Peña (@Livamyrd) 29 de septiembre de 2013
Un poco de Jägermeister y balconing para celebrar el pase a cuartos.
— Moe de Triana (@moedetriana) 30 de junio de 2014
Cada vez que alguien saca una botella de Jägermeister me desnudo y corro a untarmelo por todo el cuerpo.
— Twisty (@1ToughSon) 18 de agosto de 2013
Muchos preguntándose por qué Platón y Nietzsche cuando a quien tenían más controlado era a Jägermeister #PAU16
— Manuel Cerdá (@unmundolibre) 7 de junio de 2016
A NOSOTROS CON EL CUARTO JÄGERMEISTER NOS TATUAN UNA LETRA DE LOVE OF LESBIAN Y NOS PARECE BIEN. https://t.co/vfmFw2bX8E #HuntOrBeHunted
— indiescabreados (@indiescabreados) 29 de febrero de 2016
Me dicen los modernos que pida Jägermeister (he copiado y pegado el nombre). Eso es como un orujo de hierbas pero en versión hipster, ¿no?
— Carlos Mayoral (@LaVozDeLarra) 15 de junio de 2016
Jägermeister, o también conocida como la “bebida del ciervo”, está causando auténtico furor en la última década en muchos clubs y discotecas.
Esta bebida, elaborada con 56 hierbas y cuya fórmula magistral solo conocen cinco personas en todo el mundo, arrasa en los bares de medio mundo.
Para la web El Español el Jägermeister es una fuente de inspiración inagotable, un desinhibidor inapelable, un intelectualizador natural y un remedio para (casi) todo.
Por lo que preparó una lista de tuits para demostrar su teoría: