La actriz que interpreta a Sofía en la serie Hard de HBO habló de la industria pornográfica y de la importancia de la visión femenina a la hora de producir filmes para adultos.
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Es difícil no pensar en el poder que tienen las imágenes sexuales en nuestras mentes al hablar de una serie como Hard, que estrena nuevos capítulos en HBO. Las fantasías, los fetiches y los prejuicios que hacen parte de la naturaleza humana pocas veces se ponen en discusión en sectores de la sociedad aún conservadores. Natália Lage, la brasileña que protagoniza la serie, es consciente de que para interpretar a Sofía tuvo que enfrentar sus propios prejuicios y aprender de la industria pornográfica.
“Empezamos a tener más tiempo con estos actores profesionales del porno porque es un universo completamente distinto que no conocemos”, asegura Lage, que insiste en que fue clave este acercamiento para comprender cómo los hombres y las mujeres conciben la industria pornográfica, no solo desde el punto de vista del productor o los actores, sino también de quienes consumen estos contenidos. Aunque sabe que hay realidades complejas dentro de la industria, dice que le abrió la mente el ver la tranquilidad como parejas o actores participan del mundo del porno sin mayores dificultades.
Hard es la adaptación de una serie francesa con el mismo nombre y estrenó sus primeros capítulos el año pasado. Desde este 21 de febrero regresa a la plataforma de streaming de HBO con nuevos episodios para calmar a quienes esperan ansiosos por saber qué paso con la vida de Sofía, su familia y su productora SOFIX, especializada en cine para adultos.
- A Sofía se le ve más satisfecha y feliz en los nuevos capítulos de Hard, ¿qué transformaciones ha tenido el personaje que implican un reto profesional para usted como actriz?
Sofía empieza a entender cuál es el lugar que ocupa. Hay quienes la juzgan, hay muchos prejuicios que aprendió de niña porque aprendió a ver el mundo de una manera específica y de repente entra a algo totalmente inimaginable. No sé cuál es el reto per se para los nuevos capítulos porque nosotros hicimos las filmaciones sin parar. Es como una gran película, una gran historia y la historia tiene miles de retos. Hay que entender los prejuicios de esa mujer, ponerse en el lugar de ella. Entender también yo como Natalia qué prejuicios tenía porque eso es una cuestión importante y válida en el mundo de hoy. Estamos pasando por un momento de reconocimiento de nuestros propios límites, de nuestros prejuicios y es un punto muy bueno para que empecemos a transformarnos y ver las cosas de otra manera. Sofía es un personaje muy complejo, de ahí que el reto fue entender cuál era la sensación de estar atada a un concepto de vida que de repente cambia completamente, que se destruye y que hay que reinventarse, hay que redescubrirse y re entenderse como mujer.
- ¿Cambió su forma de ver a la industria pornográfica luego de grabar la serie?
Había muchas cosas que no conocía, había curiosidades, fetiches por ejemplo que no me imaginaba. Yo pensé que los fetiches tenían que ver solo con sexo y no es así. A los 40 años no lo sabía. Hay gente por ejemplo que quiere ser el “perro” de otra persona. Yo decía bueno, es el perro y luego tienen relaciones y no necesariamente. Yo venía dentro de una cajita cerrada donde no sabía y donde pensaba que fetiche era que alguien le gustaban los japoneses, las japonesas, pero es completamente diferente, hay una serie de fantasías. Además, me gustó mucho aprender sobre las figuras femeninas porque había visto algo de porno pero no tenía la costumbre de verlo siempre. Entendí que no sabía que no sabía, como con los fetiches, y también con que el porno es hecho para hombres y es que al igual que la sexualidad construida con el placer masculino, el porno también tiene esa línea de estar hecho por hombres y para hombres desde siempre. Entonces, ver esas voces diferentes, ver esas mujeres que están tratando de proponer otro tipo de porno, que están tratando de pensar en el placer de las mujeres, que están pensando en la parte erótica, que están pensando en la capacidad de seducir, de estimular, de excitar de manera sensorial a veces solo con una idea. Las películas tienen historias porque se está tratando de ver el deseo y el placer femeninos, yo todo eso no lo conocía.
- Hard nos invita a dejar muchos prejuicios a un lado, pero cómo fue ese trabajo con el personaje de Sofía para que demostrara su lucha con la forma en la que concebía la familia, la pareja y su entorno.
Mi teoría es que nosotros como actores debemos buscar las cosas del personaje en nosotros. Obvio, no tengo la experiencia de Sofía, no viví su historia ni estoy en su situación, pero busco adentro mío lo que puede ser una traba para mí. Pero eso es un gran desafío porque la tendencia es ver nuestras cualidades, como decía Fernando Pessoa, es difícil que alguien diga que alguien tuvo un pecado, es algo malo, es lago vil. Pero eso no es un defecto per se. Entonces decir que uno sí tiene celos o sí tiene envidia o sí tiene prejuicios es algo súper complicado. Tuve que buscar adentro mío y responder preguntas como: “Natalia, ¿serías novia o saldrías con un actor porno?” Y yo no sé, tal vez me sentiría así también, la gente podría decirme Natalia es un prejuicio. Eso es lo que trato de pensar en el momento de la construcción para entender la situación de esa mujer, del personaje y la dificultad que enfrenta para adaptarse. Por otro lado, hasta qué punto la escena de sexo me impacta, uno empieza a reevaluar una serie de aspectos, y ahí está el punto de la profesión, uno va ampliando y abriendo esa perspectiva para ser un poco más generoso y tener menos prejuicios.
