La gira de diez años y el Teatro Colón significan una nueva etapa para la agrupación…
Era un instante bien especial para la banda porque no estábamos en nuestro mejor momento entre nosotros, y esa gira de los 10 años que empezó con dos noches en el Teatro Colón, nos regaló un renacer de la banda. Nos encontramos todos otra vez y reafirmamos que, a pesar de todo, nos encanta estar juntos y hacer música juntos, y además, queremos The Mills para rato. Fue como si hubiéramos hecho una terapia de pareja, muy rápida y de choque, que nos sirvió para entender por qué estamos en la banda.
Entonces, ¿qué ha pasado con The Mills luego de esa serie de conciertos?
Sin duda, la gira se convirtió en algo reconfortante porque empezamos a componer, la gira se alargó y estuvimos por toda Colombia. Justamente antes de la pandemia estábamos grabando un EP con seis canciones, y aunque por ahora no podemos terminarlo, nuestro objetivo es presentarlo así sea a finales del 2020, y también tenemos planeado hacer un álbum nuevo que salga el próximo año.
¿Por qué decidieron lanzar este álbum en vivo ahora?
Lo quisimos sacar ahorita porque una de las cosas que más nos hace falta en este momento son los conciertos, ya sea con nosotros en el escenario o simplemente ver a otro artista. Entonces queríamos que la gente recordara un poquito los conciertos de The Mills y viviera ese momento desde la casa. Nosotros siempre hemos estado muy orgullosos de nuestro show en vivo, creemos que es muy fuerte y bueno, este instante de nuestras vidas en cuarentena nos pareció el ideal para lanzarlo.
Amor depredador fue el abrebocas que lanzaron de este álbum en vivo. ¿Por qué mandar este tema «a la guerra» antes que las demás?
Es que se trata de la canción que más impacto ha tenido dentro nuestra carrera. Nosotros sí tenemos un antes y un después de Amor depredador. Y es que la gente comenzó a preguntar y a investigar sobre nosotros después de su lanzamiento, así que le quisimos dar esa relevancia y abrir el lanzamiento del álbum con ella. Se lo merecía, y fue nuestra manera de rendirle tributo a un tema que fue tan importante. Además, cada canción que escucharán tiene unos arreglos diferentes, y Amor depredador tiene un juego de cuerdas bien bonito.
Cada tema tiene su historia… ¿Cuál es la de Amor depredador?
Y esta canción no iba a ir en el álbum porque sentíamos que no cuadraba y además, nos parecía muy normal. Sin embargo, nuestro productor y nuestro mánager nos dijeron que el tema tenía su potencial, e insistieron tanto, que el productor nos dijo que no nos cobraba la canción pero la que la incluyéramos dentro del disco. Y nosotros: «pues gratis hasta un puño», y por eso hizo parte de la producción. Nuestra historia como banda hubiera sido muy diferente sin ella.
¿Cómo fue la selección de canciones? Ustedes tiene un amplio repertorio…
Eso fue un trabajo grande porque nosotros normalmente tocamos unas 17 canciones en una presentación, y solo podíamos escoger nueve. Todos estábamos de acuerdo en cuatro: Lobo hombre en parís, Amor depredador, El amor duele y Guadalupe. Y luego comenzó la guerra de cuáles deberían ser las otras. Esa selección dependió muchos de los arreglos que hicimos y de la respuesta de la gente durante las dos noches.
¿Qué significan diez años para The Mills, además de su renacer?
Partamos de la base que pensamos que íbamos a durar un año, así que este sin duda es un logro muy significativo. Y bueno, en 10 años pasa de todo, hemos peleado, nos hemos odiado y hemos vuelto a amarnos, pero siempre ha sido más fuerte el cariño entre lo cinco, porque antes que banda somos amigos. Con The Mills descubrimos que nacimos para hacer música, y cuando una persona descubre su verdadera vocación no hay vuelta atrás, tienes que hacerlo. Damos gracias por trabajar en lo que nos gusta, por tener un público fiel, por querernos y respetarnos.