Aunque hay cierto pesar en el mundo del cine por no poder estrenar películas en salas y no poder realizar los festivales, también hay oportunidades en medio de la crisis. Así lo entendieron las cabezas de IndieBo, que este año además tienen al gestor cultural argentino Marcelo Panozzo como director artístico. Esto fue lo que nos contó Panozzo sobre las oportunidades y retos del festival de este año.
Para empezar, cuéntenos sobre el reto al que se enfrenta Indiebo al realizarse de manera digital, que para ustedes realmente resultó ser una ventaja, pues hace rato querían trasladarse a más ciudades del país…
El reto verdadero es hacer un festival en el marco de la pandemia. El del audiovisual fue uno de los sectores más golpeados por el COVID-19, y no tenemos ninguna certeza acerca de cuándo podremos regresar a las salas cine. Tuvimos un momento de incertidumbre en un comienzo: ¿qué hacer? Y cuando nos decidimos con Paola (Turbay) y Andrés (Castillo) a realizar nuestra versión online, la idea allí fue ir a fondo: empeñarnos en lograr que el festival siga siendo un festival, un espacio de encuentros, de discusiones y descubrimientos, y no simplemente un cúmulo de películas. Naturalmente, el hecho de hacer una edición #StayHome nos priva de la maravilla de la sala de cine pero nos permite cumplir un anhelo, que es el de llegar a todo el país.
Usted hasta ahora se une al equipo de IndieBo, ¿qué propuestas trajo para esta versión?
En algún punto mi tarea tenía que ver con tomar un legado que ya construyeron muy bien dos responsables artísticos antes. Es enorme la tentación de innovar y cambiar cosas, pero IndieBo tiene una personalidad muy fuerte y allí lo más lógico es cambiar poco en términos de estructura. Porque hay un punto fundamental: cada año el festival es distinto y es porque el cine cambia. Entonces el trabajo es el de curar un grupo de películas que interpelen al público, que lo enamoren, que nos cuenten algo tangible acerca de cómo está el cine y cómo está el mundo.
La cifra: 45, el número de películas que podrán verse a través de www.indiebo.co
Ustedes mencionaban en el lanzamiento que un gran reto fue convencer a las distribuidoras de dar el paso a digital, compártanos algo de esa conversación a nivel interno para lograr que tengamos lanzamientos digitales y lo vivamos como una ventaja y no una resignación
Hay una cadena de jerarquías antigua en el mundo del negocio del cine, que tiene que ver con las llamadas ventanas. En esa división que sirvió durante décadas pero que ya no es útil, los cines eran el primer eslabón de la cadena, en el medio estaba el DVD o el video doméstico, y el último punto de la explotación era la TV. La llegada del streaming lo cambió todo. Y la pandemia profundizó ese cambio. Pero hay productores que sienten que poner las películas en un formato on-demand es ya condenarlas a recorrer el tramo final de su explotación. Es un punto de vista que no tiene que ver con lo que sucede actualmente (sobre todo este año), pero a la vez es comprensible. Por otra parte, un montón de productores entendieron que sus películas se iban a quedar sin público, y que quizás la famosa “nueva normalidad” tenga que ver de algún modo con este formato de exhibición.
Algo del atractivo de los festivales como IndieBo es la curaduría, ¿cómo ve el momento que atraviesa el cine de la región a partir de ese ejercicio?
Creo que la región tiene excelentes festivales de cine y tres o cuatro núcleos urbanos en grandes cinematecas y buenos cines de arte. A diferencia de lo que pasaba hace 15, 20 años, el cine que circula nos llega. Tenemos que esperar más o menos, pero si leemos algo de Cannes que nos interesa, sabemos que ese año en IndieBo o en Ficci o en Bafici o en Río, vamos a verlas. Incluso ya hay experiencias de plataformas como Mowies, Filmin o Qubit, que llevan la curaduría del cine independiente hasta nuestras casas. Todavía hay mucho camino por recorrer, pero estamos muy bien en este frente.
Aunque se habla de que el festival tiene películas «para todos», no se puede negar que el IndieBo tiene su público, ¿cómo abrir el espectro para quienes no han tenido un acercamiento al festival?
Ese es el gran reto: más películas para más público. Trabajar la difusión a partir de estrategias disruptivas, que le llamen la atención al público más alejado de ese núcleo más duro que siempre está presente. El menú es muy atractivo, las películas siempre están, y lo que hace falta es que aparezcan más espacios (festivales, cines, plataformas) con grandes propuestas y capacidad de seducción.