Dos elfos adolescentes, Ian y Barley, se embarcan en una aventura que cambiará sus vidas. Su mundo está cada vez más opaco porque la magia se está acabando, y ellos deberán averiguar si todavía queda algo afuera. Dirigida por Dan Scanlon y el mismo equipo detrás de cintas como Monsters University, esta producción llegó a cines el pasado 5 de marzo. Por eso aprovechamos la ocasión para hablar con Luis Carlos Uribe, un colombiano que lleva una década trabajando en animación, y cuyo trabajo lo llevó a las grandes ligas en Pixar, donde ha podido participar en películas como Coco, Toy Story 4, Los Increíbles 2, Cars 3 y Buscando a Dory desde hace cinco años.
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Unidos (Onward, en su título original), que tiene lugar en un mundo fantástico, presentaba varios retos para el equipo de Pixar. No solo hay una variedad de personajes, sino que además el mundo donde ocurren estas aventuras tenía que ser creado desde cero.
«Nosotros nos encargamos de la animación de los personajes, y en concreto en esta película estuve trabajando con Ian y Barley, los principales, en dos secuencias. Después estuve trabajando en otra secuencia con otros personajes que van en moto. Esa fue un poco más de acción; las otras fueron más de acting dramático y comedia. Por la cantidad de personajes que tiene la película y su magnitud, no pude trabajar en todos sino solo en esos principalmente», cuenta este animador, que llegó a los estudios de Disney cuando sus cortos animados recibieron atención internacional.
Paciencia de animador
Un proyecto de las dimensiones de una película de Disney y Pixar no es tarea sencilla. Tal como podría suponerse, la compañía cuenta con un estudio donde trabajan alrededor de 1500 personas.
En cada película, cuenta Uribe, puede haber entre 400 y 500 personas. Estos equipos interdisciplinarios están conformados por artistas, ingenieros, productores, etc. «En concreto, en animación somos alrededor de 110 personas las que trabajamos en esta película», cuenta este animador, quien estudio diseño industrial pero comenzó estudiando animación con tutoriales que encontraba en internet. «La cantidad de personajes entre principales y multitudes no se podrían animar con un equipo más pequeño porque se necesita llegar a una gran cantidad de detalles en cada escena. Por eso la lista de créditos al final de cada película es larguísima», agrega.
Para que cada escena tenga los movimientos correctos para cada personaje, incluyendo sus respectivas emociones faciales, a cada animador se le dan solo algunos segundos de película para animar, trabajo en el que se pueden demorar la mitad de un mes. «Dos minutos de diálogo ya sería un montón, por lo general nos dan entre cuatro y cinco segundos a cada animador, y en eso nos podemos demorar entre una y dos semanas. Claro, depende de la complejidad del diálogo, si están sentados, si solo se les ve la cara, si están hablando. Para lograr todos esos detalles en una película de estas pueden llegar a ser entre dos y tres segundos a la semana. Si uno lo hace muy rápido alcanzan a ser cinco, pero es muy poco tiempo y la idea del trabajo en Pixar es que la calidad sea más importante que la rapidez», cuenta.
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Sacando las cuentas, Uribe nos comparte que esta película lleva seis años creándose, desde el momento en que el director Dan Scanlon comenzó a escribir el guion y hacer la investigación respectiva para crear los personajes y los mundos de fantasía que habitan. «Cuando el proyecto llega a animación puede que nos demoremos entre un año o dos. Yo estuve ocho meses con esta película en concreto», agrega el animador.
Pero además, no solo se necesita paciencia para sacar adelante cada segundo de animación. Se requieren diferentes referencias para encontrar los movimientos exactos de cada personaje según la situación.
Uribe explica el proceso como si se tratara de algo rutinario, pero en sus palabras dimensionamos toda la maquinaria organizada detrás de cada pequeña elección: «se usaron referentes que van desde las historias tradicionales de fantasía para saber sobre las diferentes especies de elfos y duendes, personajes mitológicos, etc. Después se revisa el guion para que los personajes queden totalmente adaptados a la historia. Es como un juego en el que se pregunta ‘¿qué necesita la historia y cómo el personaje con su esencia puede contribuir a esa historia?’. Cuando son personajes que tienen alas, que vuelan o que son mitad escorpión, murciélago y león, se toman referencias de animales para saber un poco cómo son los movimientos. Para los personajes humanos nos grabábamos entre nosotros para visualizar movimientos y gestos».
A futuro, este colombiano seguirá trabajando en Pixar, aunque también espera continuar con sus proyectos personales cuando su apretada agenda se lo permita, y cuando se estrene otra de las cintas que podrá agregar a su envidiable hoja de vida. «Acabamos de terminar Unidos y ahora estamos terminando Soul que es una película que sale en junio. La calidad y la investigación acá es tan alta que todos nos enfocamos totalmente en el proyecto en el que estamos».
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