Un anciano de 90 años llamado Lucky, una tortuga y un cactus. Así son los personajes sobre los que gira la historia dirigida por el actor (y ahora director) John Carroll Lynch. En un desértico pueblo de Estados Unidos, Lucky se pasea entre el humor y el existencialismo cuando uno de sus mejores amigos entra en una crisis emocional. Siendo ateo, Lucky habla de espiritualidad mientras muestra otra cara de la vejez; vive la soledad, pero no la padece desde el drama, sino desde la ironía. Como un eterno rebelde, así se despidió Harry Dean Stanton (Paris, Texas, The Godfather II, Fear & Loathing in Las Vegas) en esta, la que sería su última actuación en vida, considerada también un homenaje a su carrera.
Lucky es una gran película para mostrar su visión como director, ¿de qué manera le fueron útiles sus años en la actuación para moldearla?
Esta cinta recae mucho en los actores. No hay persecuciones con carros, etc. Yo he estado actuando y apareciendo en escena por 40 años. Eso, ciertamente, fue importante. Pero también sabía que ahí no podía terminar el trabajo. La película era ambiciosa a nivel visual también. Eso fue importante para mí. Yo sabía que una película no se podía hacer solamente con la actuación de los actores. El medio es visual, obviamente. Tim Shurstedt, nuestro director de fotografía, fue un gran aliado. Él y yo concebimos todo el plan, pero él también operó la cámara, fue increíble.
Esta fue la última película de Harry Dean, y algunos dicen que resumió su prolífica carrera, ¿qué nos puede decir desde su perspectiva de director?
Desde un inicio, Lucky se concibió como una carta de amor en la que vivía su perspectiva y su forma de ver el mundo, tal y como la interpretaron los escritores Logan Sparks y Drago Sumonja. Ciertamente tiene los elementos de otras películas de su carrera, pero era importante para todos, en especial para mí, que la película se sostuviera por si sola y por sus propios méritos incluso si nunca habías escuchado de Harry. De otra forma habría sido una pieza banal, ¡y Harry nunca era banal!
En esta película vemos partes e historias de la vida de Harry Dean, ¿cuál lo conmovió particularmente?
La historia del sinsonte (ave que canta) es el corazón de esta producción, la de mayor vulnerabilidad. La amo.
Desde el silencio a las rancheras, la música juega un papel especial en esta cinta, ¿cómo influencia el sonido al personaje de Lucky?
La vitalidad de los mariachis, sumada a su espíritu propio de una música libre que podría descarrilarse en cualquier momento, a mi forma de ver, captura la esencia de lo que es Lucky. Pero la música en la película, tal como lo mencionas, está en el silencio abierto del desierto. Es un pequeño oasis de sonido.
Durante toda la película vemos el atardecer, ¿podríamos decir que es una imagen que funciona como metáfora sobre lo inevitable que es la muerte?
También vemos el amanecer, y sí, ambas cosas son ciertas.
En esta cinta está David Lynch en el papel de Howard, pero ahora es el quién fue dirigido, ¿cómo fue esa experiencia?
Su respeto y total profesionalismo fueron evidentes. Me fascinó. Además, su ‘Howard’ es encantador. No podríamos haber pedido una actuación más impactante.
¿Cuál fue su primer pensamiento cuando vio el primer corte de Lucky terminado?
Pensé que lo había jodido. Todos los directores que conozco sienten lo mismo cuando ven ese primer corte terminado. Pero también supe que tenía que sacar algunas cosas, y esas cosas que no quedaron en el corte final ayudaron bastante. En cada corte nuevo vi mejorías, bueno, en casi cada corte.
Lucky ha recibido muchas buenas críticas, ¿se imaginaba que sería así?
Estoy agradecido por ello. No sabía qué esperar. Creo que todavía no me he hecho a la idea de todo lo que significa. Sé que tengo mucho por aprender, así que voy por la siguiente.
Solo por curiosidad, ¿cuáles directores admira?
Los hermanos Coen, Kusama, Scorsese, Eastwood, Fischer, Hancock, Arteta. La lista sigue y sigue. Ahora admiro a cualquiera que intente hacer una película, es un trabajo absurdamente duro.
¿Qué sigue para usted en términos de dirección?
Estoy mirando opciones ahora. Eso es emocionante y desalentador a la vez. El compromiso es muy grande. Algo de lo que estoy seguro es que tengo que arriesgar, necesito estar un poco asustado.
Usted también es conocido por papeles en televisión como Fargo y American Horror Story, ¿Le gustaría dirigir una serie de televisión?
Sí. No estoy seguro de cómo entrar en ese negocio. Pero la televisión te pide que te muevas según tu intuición y que copies las decisiones de otros directores sin dejar de traer tu propia voz a la mezcla. Me parecería grandioso intentarlo.
«‘Lucky’ se concibió como una carta de amor»: John Carroll Lynch