Esta cinta, que estuvo participando en la edición 57 del Festival de Cine de Cartagena FICCI y en el Festival Internacional de Cine de Busan (Corea del Sur), es una coproducción colombo-sueca en la que tanto Navia como Eborn unieron su talento y las memorias que cada uno tiene sobre sus propias madres para crear una obra que busca retratar el duelo y la vida desde una mirada femenina.
La madre de Anna murió cuando ella era una adolescente. Durante mucho tiempo vivió con una melancolía constante en su interior. Anna tuvo sueños con ella, sobre todo los primeros años, en los que siempre existía la posibilidad de revivir. La madre de Ruiz, por su lado, tuvo una crisis espiritual al llegar a cierta edad: Una madre viva pero llena de desaliento por vivir. Comenzó así un trabajo personal de asistir a distintos espacios de sanación logrando recomponerse un poco y encontrando nuevos motivos para continuar adelante. Óscar Ruiz y Anna Eborn se conocieron en un laboratorio cinematográfico en Dinamarca, donde encontraron que esta era una temática que los unía, y así fue como nació Epifanía.
2 de noviembre, día que se estrena Epifanía en las salas de cine a nivel nacional
«Yo quería hacer algo relacionado con el universo femenino y la búsqueda de la paz interior», le dijo Ruiz a PUBLIMETRO, «para ella el tema de la madre era difícil, fue en ese momento en que ella me contó un sueño que tuvo en el que su mamá le decía que no había muerto, que los médicos se habían equivocado y que en realidad se encontraba meditando. Cuando ella me contó esta vivencia tuvimos un ‘eureka’ a partir de ese sueño construimos la película, e hicimos una mutación entre sus vivencias y las mías creando un movimiento de la muerte a la vida.»
Epifanía está dividida en varias etapas en las que cada una representa un estado emocional: «un momento es la muerte y el duelo, luego vemos la búsqueda de la sanación, y en un tercer momento vemos un nacimiento, representando la vida», comentó Ruiz. La película se mueve «de la oscuridad a la luz», tal como la describieron sus autores. A través del uso de abstracciones se crea un espacio para que la audiencia sienta y reflexione sobre su propia vida.
En el 2010, Oscar Ruiz Navia estrenó su ópera prima, El vuelco del cangrejo, en la sección Forum de la Berlinale en donde recibió el Premio FIPRESCI otorgado por el jurado de la crítica internacional; algo similar sucedió con su segundo largometraje, Los hongos, el cual se estrenó mundialmente en la sección Cineastas del Presente del Festival Internacional de Cine de Locarno, en donde la producción recibió el Premio Especial del Jurado.
Por su parte, con su ópera prima en largometraje, Pine Ridge, Anna Eborn recibió el Premio Dragón a Mejor Documental Nórdico en el Festival de Cine de Gotemburgo, y con esta misma producción, participó en CPH:DOX – Festival Internacional de Cine Documental de Copenhague y en los Premios Robert del cine danés, por nombrar sólo algunas de sus participaciones.
Dentro del reparto resalta la participación de la madre real del director Oscar Ruiz Navia, Cecilia Navia, quien encarna el personaje de la madre en la película. «Cuando ves la película ves que es una madre, que puede ser la madre de cualquier persona. Es algo más general de lo que es ser madre, perder a una madre y recibir a un hijo en el mundo», dijo Ruiz. Por su parte, la hija es interpretada por Juanita Escobar, una fotografa documental con conocimientos en distintos tipos de sanación, quien con su experiencia se convirtió en una pieza fundamental para la investigación que alimentó el concepto de la cinta.
También, Óscar Ruiz explicó cómo Epifanía fue pensada a manera de musical desde su parte narrativa, es decir, que guarda para el final algunas de las sensaciones más fuertes: «va in crescendo, por acumulación, sumando sentimientos. La película se propone como un viaje para el espectador», puntualizó Ruiz.
Cali, Suecia y Montreal: una sola Epifanía
La cinta se desarrolla en tres lugares que además de su diversidad, ofrecen elementos pictóricos y cinematográficos que enriquecen el carácter emocional de la película. La isla de Faro, en Suecia, es un territorio que cuenta con un mítico paisaje rodeado de bosques de pinos, rocas y lagos que han sido escenarios de una gran variedad de películas. El segundo lugar fue la ciudad de Cali, que se eligió por ser un lugar cargado de contrastes y una de las ciudades que evidencia la amplia diversidad de la cultura del Pacífico colombiano. Cali, además, es la tierra natal y de residencia de Oscar Ruiz Navia y de su madre Cecilia Navia. Finalmente está la cuidad de Montreal, en Canadá. Siendo una de las primeras ciudades fundadas en el país, es una gran urbe cargada de historia y diversidad de culturas, y el lugar donde reside parte de la familia real de la actriz protagónica.