Linkin Park ha evolucionado, sus integrantes ahora se sienten contentos, conviviendo y orgullosos del resultado de un disco en el que no se han quedado en el pasado y que los motiva a seguir la luz, o así lo muestran Mike Shinoda (guitarra, teclados, voz y mente maestra de Linkin Park) y Rob Bourdon (baterista), con quienes sostuvimos una entrevista en Los Ángeles con motivo de la salida de su nuevo trabajo,
One More Light.
¿Por qué creen que para algunos One More Light es un álbum que denota un cambio tan radical?
Mike Shinoda (M.S.): En todos los discos que hemos sacado siempre hay algunos elementos sorpresa. Los primeros dos álbumes son similares, pero después de eso creo que siempre han sido distintos. Los últimos cuatro discos fueron conceptuales, tuvimos un disco orientado a la electrónica y otro bastante pesado. La filosofía de la banda es mezclar estilos y géneros, solo fue una combinación diferente esta vez.
¿A qué se debe el cambio sonoro en Linkin Park?
M.S.: La razón por la que este álbum es tan distinto es porque usualmente la música viene primero y si la música viene primero, esta dicta cómo será la letra, la música se vuelve una influencia en la lírica. La primera idea que planteamos al llegar al estudio fue escribir las letras, empezar con el sentimiento y la pasión de lo que sientes, la idea y eso automáticamente resultó muy diferente. Después de componer una canción de esa manera, Chester puedo cantar primero y luego empezamos con el piano y la guitarra, y en la computadora fuimos agregando sonidos. Entonces el reto fue hacer que el sonido quedara con la idea de la canción. Cronológicamente fue como ir hacia atrás, fue un proceso muy refrescante para mí y muy divertido.
El sonido del disco tal vez es amigable, pero el contraste lo hacen las letras, que hablan de cierta problemática, digamos, de no tan buenos momentos como lo podemos notar en Heavy, el primer sencillo. ¿De qué hablan en este nuevo álbum?
Rob Bourdon (R.B.) : Para ser sinceros, Mike dejó salir un lado positivo y esperanzador, pero la línea que abre el disco dice: “Bailando con mis demonios, con cosas que tengo en la cabeza, que tratan de controlar tu vida”, es una letra fuerte. La manera como surgió la canción es casi como regresar en el tiempo, como si escuchara a Chester, viendo cómo era y ahora está en un lugar mejor. Es cómo esos demonios nos toman y podemos escoger, cuando un reto viene hacia nosotros, huir de él o enfrentarlo y aprender.
Este disco tuvo un requerimiento de la banda, como una familia que está junta y que comparte muchas de sus experiencias personales. En el estudio, no solo era llegar, decir hola y hacer música. El proceso fue hablar de lo que pasó. Es difícil decir qué surgió primero si estábamos enfocados en las letras, y el proceso nos hizo hablar de las cosas o viceversa, es algo que salió naturalmente. Hay una perspectiva positiva, pero viene de un tiempo de retos, corazones rotos, frustración, rabia y fue lidiar con todas estas cosas de diferentes maneras que no habíamos expresado así en el pasado.
Háblennos un poco de la historia de Sharp Edges, la canción que cierra este
nuevo disco, One More Light
M.S.: Tus padres te advierten sobre lo que puede pasar, y a veces escuchas y a veces no. Es chistoso, Chester y yo, para bien o para mal, somos opuestos. Siempre bromeamos con que él es el niño que toca el horno, cuando la mamá dice “el horno está caliente, no lo toques” y él es quien dice “¿en serio?”, y pone las manos en el horno. “¿Por qué hiciste eso?”, “no lo sé”. Entonces esa es nuestra dinámica, es una de las maneras en la que somos opuestos, cuando escucho la canción me hace pensar en eso.
¿A qué suena One More Light?
M.S.: En mi opinión es como un género mezclado. Es Linkin Park el que siempre mezcla géneros, pero para mí es solo un álbum de la banda. Si escuchas un montón de pop, si es tu música favorita y escuchas esto, vas a decir que no suena a eso. Y si usualmente lo que amas es algo como David Guetta y escuchas esto te darás cuenta de que, definitivamente, no suena a Guetta. Si te gusta Justin Bieber y escuchas esto, digo no estamos diciendo “Baby, baby girl”, y no lo digo como una falta de respeto, hace cosas muy buenas, pero esto, obviamente, es algo diferente.
Por: Mara Acevedo. Metro World News