La industria del cine en nuestro país crece con el pasar de cada año y las propuestas de los directores se hacen cada vez más sociales. En esta lista se encuentra Natalia Orozco, quien presenta a los espectadores El silencio de los fusiles, un documental que sigue paso a paso el fin del conflicto armado con las Farc.
“Es el resultado de cuatro años de trabajo, relacionado con seguir de cerca las negociaciones entre el Gobierno y las Farc, dialogar con las víctimas y recorrer campos guerrilleros. Este es un relato sobre esos hombres y mujeres que intentaron matarse por tantos años con fusiles, minas antipersona y con violencia, y cómo decidieron sentarse un día en la mesa para tratar de solucionar la enormes diferencias que habían surgido a través de varias décadas”, le contó a Publimetro Natalia Orozco, directora de este filme.
Y es que después de medio siglo de lucha armada y tres procesos de paz fallidos, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Farc, entablaron un diálogo con el Estado Colombiano.
Natalia es periodista de profesión pero directora de corazón. Su aventura relacionada a la creación de este documental comenzó en noviembre del 2012 cuando tomó un avión a La Habana, Cuba, para seguir las negociaciones y tener contacto con ambas partes.
“Siempre he sido apasionada por contar historias, y sobretodo cuando estas tienen un enfoque social”, Natalia Orozco, directora de El silencio de los fusiles.
Ella terminaba de hacer su primera película documental, la cual fue filmada de Libia, al norte de África, después de haber sido corresponsal de guerra.
Debido a su trabajo en Libia, fue invitada a Seúl por un canal de televisión coreano para hablar con periodistas de esa región de los retos que tienen las mujeres cubriendo conflictos armados. Y allá, a millones de kilómetros de su tierra natal, se hablaba sobre el proceso de paz como uno de los hechos más importantes de la historia actual.
Desde pequeña ha pensado que la violencia ha sido el cáncer del país, y que temas como la corrupción son causantes de la guerra. Entonces, cuando comienzan los diálogos, ve la oportunidad de crear algo consecuente con sus pensamientos y sentimientos.
“Mi deseo siempre fue tener diálogos con todas las partes del conflicto para entender a profundidad las razones del mismo. Al final todo eso se convirtió en un relato sereno, pausado, en el que todos se pudieron expresar. Una historia que nace del deseo de paz de todos los colombianos que han tenido que vivir en medio de la guerra”.
Para Natalia es importante sanar el dolor de la guerra a través del arte, otro de los motivos que la llevó a la creación de El silencio de los fusiles. “Después de más de ocho millones de víctimas y 52 años de enfrentamientos, yo pienso que la sociedad sigue teniendo las heridas abiertas y necesita comenzar sanar. Y para hacer catarsis a todas esa tristezas, frustraciones y dolores, nos queda la narración, la literatura, el cine, la música”.
A eso la directora agrega que: “Hacer este tipo de producciones es importante en nuestro país para hacer memoria, porque el recordar todos esos vejámenes que han cometido todos los grupos al margen de la ley, nos lleva a pensar en una Colombia mejor y no incurrir en los mismos errores”.
Natalia asegura que no quiere esta sea solamente una película de cine documental, busca que se convierta en una herramienta para abrir un debate constructivo, ese que necesita el país.