Con su clase 2017, Francisco el Matemático regresó a la televisión con el objetivo de mostrar a los colombianos las nuevas problemáticas que tienen tanto padres como hijos adolescentes. Una de esas madres es Amparo Conde, quien le da vida a ‘Inés’, quien sin lugar a dudas, es la mamá modelo de esta producción.
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«Ella llega desplazada de la violencia a Bogotá y empieza con una microempresa para salir adelante. Es una mamá muy amorosa que realmente se preocupa por sus hijos y les presta atención a sus gustos y molestias. En verdad tiene muy claro que en esta época hay que tener un especial cuidado con ellos», le contó Amparo a Publimetro.
Desde el punto de vista de la actriz, hacía falta en la televisión colombiana una serie en la cual se dedicara más tiempo a los problemas y situaciones relacionadas con los jóvenes. «Y es que no se trata solamente de ellos. Al ver Francisco el Matemático los padres podemos redescubrirnos o vernos reflejados. Uno a veces como papá se cierra en la idea de que nuestros hijos son terribles, pero no analizamos a fondo qué les sucede y qué los hace felices. Lo que no entendemos cuando llegamos a ser padres, es que nosotros también enloquecíamos a los nuestros cuando éramos adolescentes».
Yo fui llamada para trabajar en el primer Francisco el Matemático. Comencé las grabaciones, dedicada 100 % a mi personaje, pero después, en una reunión, nos dijeron que el programa no iba más. Así que esta es mi revancha y ha sido lo mejor», Amparo Conde.
Y es que en esta serie también se busca mostrar que los papás no son perfectos y cometen errores. «Por ejemplo ‘Inés’ estuvo metida en el rollo de aprender a manejar las nuevas tecnologías para estar más pendiente de sus hijos, y esa es una gran idea, pero lo cogió muy a pecho, entonces ya ni hablaba con la familia. Empezó a cometer los mismos errores de sus hijos. ¿Y miren? Finalmente le terminaron robando la plata del arriendo por andar despistada».
Como toda producción, Francisco el Matemático ha recibido tanto comentarios positivos, como negativos. Los últimos relacionados con personas que aseguraban que se trataba de un remake de la que conocimos a finales de los noventa, sin nuevos componentes que aportar. Respecto al tema Amparo asegura que: «La estructura es la misma pero todo el contenido es diferente porque tiene que ver con esta época: música, tecnología, formas de vestir y nuevos problemas que en el pasado no existían».
Amparo trabaja junto a un equipo joven, y además de ser una compañera, es una consejera. «Yo creo que la ética, disciplina y estudio respecto a nuestra profesión no se puede perder nunca. Eso es lo que trato de inculcarles a los muchachos, porque muchos son talentosos y apasionados, así que lo mejor es que fortalezcan estos aspectos tomando clases».
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Por supuesto, Conde también asegura que ha aprendido bastante de ellos. «Muchos actores piensan que ya no tienen nada que aprender porque tienen un recorrido largo, pero es mentira. Yo me alimento de todos lo muchachos y su energía positiva me ha contagiado».
En Francisco el Matemático se muestran varias líneas de padres: los agresivos, los indiferentes, los alcohólicos y los cariñosos. Todos una muestra del tipo de educación que se da ahora a los jóvenes dentro del núcleo familiar colombiano. «Creo que en esta época tenemos que ser más compresivos con nuestros hijos, pero sin ser permisivos, porque el amor también es de normas. Al final, todo se trata de poner las reglas claras para que ellos se conviertan en personas útiles para la sociedad, pero sin que dejen de ser felices», concluyó Amparo.
Amparo Conde también se encuentra trabajando en La Ley del Corazón dándole vida otra vez a una madre. Una mamá soltera, quien defiende a capa y espada a Marcos Tibatá, un humilde abogado interpretado por el actor Juan Pablo Barragán.