La presentadora Carolina Cruz presentó oficialmente su libro Mi mundo, mis huellas, texto autobiográfico en el que habla sobre su carrera profesional, su situación sentimental y la llegada de su primer hijo, Matías, fruto de su relación con el actor Linconl Palomeque.
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En un capítulo titulado Me rompieron el corazón, la también modelo hace referencia a «de las corazonadas y los dolores, los rumores en las redes sociales, y la hazaña de volver a creer en el amor». Sin embargo, llama la atención cómo Carolina se dio cuenta de una infidelidad que cometió un exnovio, al que ella señala como un famoso ‘empresario’.
«Creo que fue este amor el que me enseñó a no entregarme de esa manera, aprendí que tenemos que amar pero nunca amar a otro más que a nosotros mismos, no está bien y no es un modelo de amor sano», expresa la mujer.
Cruz relata que tenía una sólida relación sentimental con un empresario, pero de un momento a otro empezó a sentir que las cosas no andaban bien. «Esta infidelidad me marcó. Yo en el fondo sentía que algo no estaba bien, y que la rutina de nuestra relación había cambiado», dice la ‘Novia de Colombia’.
La empresaria cuenta que un día se había quedado de ver con el susodicho, pero cuando éste no contestó el celular Carolina decidió llamarlo a la casa. «Así que por cosas de la vida, o de Dios, mi llamada entró cuando alguien por equivocación respondió la llamada. Dije varias veces, aló, aló, pero después de un silencio, me colgaron», añade.
Carolina cuenta que después de esto su novio la llamó y le dijo que se vieran en la casa. Lastimosamente y con su sexto sentido activado, al llegar ella tocó el vehículo de su pareja, el cual estaba frío como si hubiese estado allí todo el día, y él le dijo que «había acabado de llegar a casa», y que «había tomado una ducha».
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«Entré al baño, abrí el lavamanos y me senté a pensar, cuando me dio por abrir el tarro de la basura y encontré un preservativo usado. Sentí morirme, que mi mundo se acababa en ese instante. Cuando finalmente decidí salir del baño, le pregunté que qué pasaba, me dijo que el preservativo no era de él; hablamos, discutimos y me fui de ahí», agrega.