Jueves de Rancid, Justice y The Weeknd
Ni la torrencial lluvia que opacó el cielo capitalino pudo evitar que el Festival Estéreo Picnic (FEP) 2017 empezara con uno de los jueves más concurridos de su historia. Al menos 60.000 personas se dieron cita en el Parque 222 para ver nacer una nueva edición del picnic más famoso de Bogotá. La tarde comenzó con una buena dosis de artistas nacionales para todos los gustos. Seis Peatones le pusieron un toque de rock y blues, mientras que otros, como Nanook y Popstitute, encendieron con sus sonidos a los primeros asistentes.
Entrada la noche, los artistas internacionales hicieron su arribo a los ya tradicionales tres escenarios del Picnic: el principal, Tigo Music, que ya lleva varios años, la carpa Budweiser y el Motorola, que este año también fue cubierto.
Cage The Elephant fue la primera banda extranjera en encender la noche, con canciones como Ain’t No Rest for the Wicked o Cigarette Daydreams. Pero fue Rancid el que hizo estallar a los asistentes al Parque 222 con su punk de los noventa. El pogo no faltó en la carpa Budweiser al ritmo de la voz y la guitarra de Tim Armstrong y su banda, que sin duda era una de las más esperadas del festival. Más adelante llegó The XX, que repitió show en Bogotá luego de cuatro años.
La banda londinense le dio paso a The Weeknd, encargado del cierre del escenario principal, y quien demostró por qué es una de las voces más aclamadas actualmente en la escena mundial. Canciones como I Feel it Coming, Can’t Feel my Face y Starboy fueron las que más emocionaron al público, que después de los fuegos artificiales cerró la fiesta con el dúo francés Justice.
Integrado por Gaspard Augé y Xavier de Rosnay, Justice encendió con sus éxitos y presentó su nuevo trabajo, Woman, al público, que esperaba su regreso desde 2012. Sin duda, un cierre perfecto para el primer día helado en clima, pero cálido en actitud.
Viernes de zapatos embarrados y rock
A pesar de que el segundo día de Estéreo Picnic no estuvo pasado por agua, lo cierto es que los asistentes al evento tuvieron que armarse con sus zapatos más guerreros para poder ver a sus artistas favoritos, en una jornada que terminó hacia las 3:00 a.m.
La tarde fue para las bandas colombianas, como Cocó Nonó, Zalama Crew y, más adelante, Árbol de Ojos, que abrió el escenario Tigo con una propuesta de guitarras distorsionadas y sonido de garaje. El escenario Budweiser se quedó pequeño para la presentación del australiano Vance Joy, con su éxito Riptide y covers de Omi y Fleetwood Mac, quien además puso la cuota indie folk del segundo día del festival.
A las 11:00 en punto, los irlandeses de Two Door Cinema Club también se apoderaron del escenario Budweiser y al igual que con Vance Joy, el escenario se quedó pequeño para la gran cantidad de asistentes que lograron atraer con su propuesta indie rock.
La banda hizo un recorrido por toda su discografía, aunque dejó lo mejor de su repertorio para la última media hora de su presentación. En su segunda vez en el Estéreo Picnic no faltaron temas como Changing of the Seasons, What you Know y Something Good Can Work.
Y aunque muchos se quedaron al cierre de los irlandeses, otros se anticiparon a esperar a The Strokes. Sin embargo, en cuanto a su presentación, las opiniones estuvieron divididas. Y es que a pesar de darle al público éxitos como Last Nite, Reptilia y Someday, lo cierto es que muchos se quedaron esperando un poco más de la emoción y la rudeza que siempre han caracterizado a la banda.
Sábado de lluvia: adiós al picnic y hasta 2018
Con el Parque 222 más embarrando que nunca, la octava edición del FEP se despidió de los miles de asistentes con la fiesta del DJ y productor neerlandés Martin Garrix, mientras que la fiesta del cierre en el Tigo Music estuvo a cargo DeadMau5.
Pero antes, en ese mismo escenario, el rapero Wiz Khalifa encendió no solo al público, sino también la polémica por su visita a la tumba de Pablo Escobar en Medellín. El último día del picnic nos dejó ver además a Sublime with Rome, que devolvió a los asistentes a otra época con sus hits noventeros, mientras que Totó la Momposina puso a retumbar los sonidos colombianos.
Con un festival menos diverso que en años anteriores, pero que rompió récords de asistencia, solo queda esperar qué traerá una nueva fiesta del FEP en 2018.