Conformada por seis episodios a cargo del experto en piratería marítima Karsten Von Hoesslin, la serie Océanos de sangre de Nat Geo explora los peligros que reinan en el mar a partir del documento visual que registró el homicidio de cuatro náufragos cerca a la isla de Fiji en el Océano Pacífico.
A lo largo de la producción, que se emite cada miércoles a las 10:00 p.m., el investigador se adentrará en las oscuras aguas de los océanos sin ley, donde reina el tráfico de drogas y de personas, además de la pesca ilegal y la piratería.
¿Por qué decidió involucrarse con este tema?
Fue por un video compartido en Youtube que se viralizó en 2014, en el que unos hombres que habían naufragado en altamar fueron asesinados por asaltantes. El caso, aunque en ese entonces llamó la atención de los medios de comunicación, no se resolvió. Entonces, quise tratar de dar con los responsables
¿Cómo definir a los piratas de hoy?
Un pirata es clasificado a menudo como un secuestrador. Es interesante, porque en el caso particular de esta serie, el término «piratería» se usa mucho y los propios testigos dicen “ellos eran piratas”. Pero desde una perspectiva etnográfica, también pueden ser ladrones del mar y eso es también lo que es un pirata. Es un término muy complejo que cambia basado en la región, y en el tipo de táctica que estos individuos utilicen.
¿Por qué es tan importante mostrar este tipo de documental? ¿Cómo asumir el riesgo?
La realidad es que la pesca ilegal es un tema tan grande y es algo que afecta muchas regiones, ya sea en el Pacífico Sur, como Sudamérica por ejemplo, o el Océano Índico. Está tan fuera de control hasta el punto en que los asesinatos en masa son el resultado… ¡Eso es aterrador! No se trata sólo de recursos sino también de la vida humana.
“Cada episodio examina un tipo diferente de crimen: la piratería, pesca ilegal o tráfico de personas”, Karsten Von Hoesslin, experto en piratería marítima.
¿Qué están haciendo las autoridades internacionales para detener los crímenes en altamar?
Es algo que me pregunto todos los días. Es una situación muy compleja porque las organizaciones ligadas a estos casos operan en aguas de distintos países, sus miembros son de diferentes nacionalidades y operan en muchos lugares. Por ejemplo, para que la Interpol se involucre e inicie una investigación, se necesita la colaboración de las agencias de investigación de los países involucrados.
Entonces, ¿qué cree que podrían hacer los gobiernos para vigilar y regular las aguas internacionales?
Eso es un gran problema porque tenemos la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar y los estados se convierten en signatarios. Ellos ratifican y luego adoptan legislación nacional para hacer cumplir esas leyes. Pero cuando se trata de cosas como la pesca ilegal, realmente no es suficiente, y hay demasiados baches.
¿Alguna en específica?
Yo diría que es necesario que haya convenciones internacionales más fuertes, o al menos dirigidas por la ONU específicamente para la pesca. Eso debería abarcar a las tripulaciones, cuáles son sus certificaciones, cómo se tratan éticamente a bordo.
Destacado
En los océanos la aplicación de la ley es escasa y los criminales operan con impunidad. Más allá de sus aguas territoriales, los gobiernos cuentan con poco incentivo para vigilar y regular aguas internacionales. La combinación de estos factores convierte algunas partes del océano en el escenario perfecto para asesinatos y crímenes.
Horario
A partir del 22 de febrero, todos los miércoles, a las 10:00 p.m. por Nat Geo.